PYD (Justin Bieber y tú) |Hot|

|Capítulo 11|

«Sigue narrando __»

─¿Tú crees eso, __?- Preguntó con un brillo en su mirada.

─¡Claro que lo creo!- Exclamé sonriendo.

─¿Te enseño una canción que compuse hace poco?- Sonrío.

─Claro.

─Es está.- Me entregó un papel.

La comencé a leer y mis ojos se abrían como platos, de lo fuerte que era la canción. El título de la canción era PYD, cuando leí el título, no entendía nada, pero cuando la comencé a leer, ya lo entendía todo.

─¡Es muy fuerte!- Exclamé.

─¿Enserio?- Río fuerte. ─Ese es el propósito.

─¿Por qué no me la cantas como debe ser la canción?- Pregunté.

─¿Segura?- Enarcó una ceja.

─Sí, dale.- Hice puchero.

─De acuerdo.- Sonrío.

«Canta»

Cuando la termino de cantar, tenía un buen ritmo y una hermosa voz.

─¿Y qué? ¿Te ha gustado la canción?- Sonrío.

─Es muy buena.- Reí.

─Mira esto.- Me enseño una foto de una hermosa chica y me parece que ese es él.

─¿Y ella? ¿Quién es?- Sonreí.

─Es Caitlin, mi ex-novia.- Bajo la mirada.

─Es hermosa.- Pronuncié.

─Lo sé, lastima que hicieron de nuestra relación una mierda.

─¿Aún la amas, cierto?- Le pregunté.

─Sí, pero me atrae y comienzo a querer a otra.- Sonrío.

─¿Quién es la afortunada?- Pregunté haciendo que no sabía nada.

─¿Qué helado te gusta más?- Cambió el tema.

─Anda, dime.- Hice puchero.

─No, ¿dime que sabor de helado te gusta más?

─Fresa, eso ya lo sabías.- Lance un suspiro y me senté en el sofá.

─Excelente, igual el mío.- Sonrió, haciendo que yo también sonríera.

─Oh, que bien.- Suspire.

─Hey, hermosa.- Se sentó a mi lado. ─¿Qué pasa, amor?- Acaricio mi mejilla.

─Nada, es que me siento incómoda, sabes.- Intento sonreír.

─¿Y eso por qué?

─Por nada, quiero helado, ¿si? Vamos por uno, por favor.- Hice puchero.

─Claro, hermosa.- Sonrió. ─Aquí hay, ¿quieres? Nos servimos un poco y vamos a sentarnos en la arena, ¿si?- Asentí.

Él se puso de pie, sirvió dos platos de helado, con dos cucharas y crema batida, junto a ella, una deliciosa cereza. Me entregó uno, y salimos, nos sentamos, bajo una palmera, que nos brindaba sombra. Mientras comíamos, nos reíamos, y nos maletábamos. Cuándo terminamos de comerlo, lo pusimos a un lado de nosotros y nos recostamos sobre la palmera. Yo posé mi cabeza sobre su pecho, mientras él acariciaba mi cabello.

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Hola, chicas. No saben cuánto siento la tardanza. Pues, no tengo computadora y pues, ya saben. El capítulo, es algo corto, es que se me hace MUY difícil, ojalá entiendan, las amo. Si gustan, síganme en twitter @Caitlin_MBieber.