Capitulo 19: Duele demasiado

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Sofia

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Sofia

No había vuelto a llorar desde que Frank limpio mis lagrimas, necesitaba contener todo dentro de mí, una vez que llegase a mi dormitorio y estuviera sola, lloraría hasta que no saliera una sola lagrima mas, dejaría salir el dolor tan inmenso que ahora mismo sentía, tenía todo el fin de semana para recuperarme.

En todo el camino ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, y es que en este caso cualquier cosa dicha estaba de más.

Llegamos a mi edificio, robóticamente me baje del auto sin esperar que él me siguiera, me sentía entumecida. Necesitaba urgentemente meterme en mi cama, hacerme una bola humana y llorar y pensar en todo lo ocurrido esta trágica noche.

En las escaleras Frank me tomo de la mano dándome un fuerte apretón, llegamos a mi puerta -buenas noches, gracias por todo. -bese la mejilla de Frank y abrí mi puerta, ingrese a mi pequeño espacio, intente cerrar la puerta pero él puso su mano y pie en medio del pequeño espacio que impedía que la cerrara.

Lo mire cansadamente -Frank, por favor no me hagas esto más difícil de lo que ya es, simplemente déjame sola. Por favor.

-No. No te voy a dejar sola ¿Qué clase de amigo crees que soy? Por Dios, si no quieres hablar, está bien, no digas nada. Solamente déjame pasar la noche aquí, me comportare, lo prometo. Pero no me pidas que me vaya, no puedo. No podría dormir ni un momento al saber que estas aquí sola, sufriendo.

-Si crees que me hare daño por lo que él me hizo estas muy equivocado y no me conoces en absoluto. Solo necesito estar sola. No quiero compañía de ningún tipo, ¿entiendes?

-Lo entiendo, pero eso no impedirá que me quede. Hagamos de cuenta que no estoy aquí.

Estaba cansada, no quería discutir con él, además que lo conocía, era demasiado terco, dijera lo que dijera él se quedaría sin importar nada, así que simplemente lo deje pasar. -eres tan terco y obstinado -le dije entre una sonrisa derrotada y lagrimas. -duele demasiado...

Me tomo en sus brazos y me atrajo a su pecho -shhhh, tranquila no tienes que hablar si no quieres. Solo descarga todo lo que sientes, desahógate, aprovéchate de mi, haz lo que necesites para sentirte al menos un poco mejor. Yo no iré a ninguna parte.

Ese fuerte abrazo se sentía tan confortable en estos momentos que mis lagrimas fluyeron libres una tras de otra, como una cascada. La camisa de Frank quedo empapada al cabo de unos momentos. Entonces mi vejiga protesto, recordándome que no había hecho pis cuando lo necesitaba.

Me separe de Frank, que a regañadientes me dejo ir. Fui al baño y me encerré, hice lo que mi cuerpo me pedía hacer y entonces me cambie de ropa, sacándome el ajustado vestido por encima de mi cabeza y poniéndome mi cómoda pijama.

Me cepille los dientes, lave mi rostro y al solo verme en el espejo las lagrimas volvieron a inundarme, mis ojos para este momento ya estaban hinchados y muy rojos. Agarre mi cajita de kleenex y salí del sanitario, Frank estaba enfrascado en su celular, aparentemente enviando mensajes. Cuando me vio parada al lado contrario de donde él se encontraba acostado en la cama, rápidamente metió su celular a su bolsillo del pantalón y me miro -¿mejor?

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