Capitulo 9: Sabor a café y menta

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Capitulo 9: Sabor a café y menta

Sofia

En las primera clases no me encontré con Gerard, en receso Nina se acerco a mí y efusivamente me abrazo -¡chica, finalmente te encuentro! –pero entonces se separo de mi y su rostro paso del feliz al pensativo -¿Qué pasa?

Bueno, Nina no dejaba de interrogarme, así que claudique y confesé lo que había pasado con Gerard -¿y? ¿Cuál es el problema?

-¡Como que cual! Él pudo ser un buen amigo, pero entonces fui a confesarle que me gustaba, cuando a él le gusta otra chica. Estoy repitiendo pero en peor forma la relación que llevo con Frank. No sirvo para las relaciones de amistad con chicos.

-¿Qué? ¿Pero que acaso estas ciega o qué?

La mire acusatoriamente -¿Por qué dices eso?

-Sofia, creo que es bastante obvio que esa chica de la cual Gerard te hablaba, eras tú. Yo lo vi ayer cuando estaba haciendo ese dibujo, él te miraba como si fueras lo mejor que había visto en todo el mundo. Pero vaya que hasta te regalo ese dibujo y ha estado pegado a tu lado desde ayer.

-Vale, pero eso no prueba nada, quizá solo es así porque le caí bien, además de que yo fui la única que le hablo en clase y le paso la tarea.

-Definitivamente si estas ciega. –resoplo Nina.

Pero luego su cara cambio – ¡mira quien viene ahí!

Voltee hacia atrás y el chico que se acercaba peligrosamente a nuestro espacio era Gerard, de inmediato recogí todas mis cosas y preparaba la huida cuando Nina me detuvo –no, no te dejare huir. Aquí te quedaras y aclararas las cosas de una buena vez, ¿o quieres perderlo para siempre? Porque mira que el chico por muy raro o indigente que se vea, tiene su encanto, si yo lo vi, otras fácilmente lo verán también e irán detrás de él.

Estaba a punto de replicar, cuando Nina se movió y amablemente dijo –hola Gerard, soy Nina, amiga de Sofia. Un placer conocer al chico que tiene babeando a mi amiga. –Mis ojos se abrieron por la sorpresa de su comentario y mis mejillas ardieron –bueno, los dejo, tengo que encontrarme con mi novio.

Me guiño un ojo Nina, mientras yo le lanzaba dagas con la mirada y fue cuando me dejo a solas con Gerard. Él se sentó a mi lado y se aclaro la garganta.

-Sofia, lo que dijiste en la mañana ¿fue real?

-No sé qué decir.

-Qué tal si pruebas con la verdad.

-Yo... -estaba muy nerviosa, no sabía si decirle la verdad o mentirle, agarraba mis manos, mientras movía nerviosamente el anillo en mi dedo anular, cuando de pronto él tomo mis manos entre las suyas y me hizo mirarlo, sus ojos verdes me miraban intensamente, y fue cuando recordé lo que me había dicho Nina minutos atrás. Tomando valor, confesé –es verdad. Me gustas un montón, Gerard, lo siento, de verdad que sí. Tú nunca me diste a entender que yo a ti te gustaba, todo lo contrario, siempre me hablaste de aquella chica afortunada. No debes sentirte obligado a nada, por mi ridícula confesión, porque...

No pude terminar de hablar porque para entonces sus labios ya estaban encima de los míos, con gusto abrí mi boca dejándolo entrar a degustar; nuestras lenguas se enredaron y el beso se profundizo, me pegue mas a él, mientras mis manos se situaban en su cabello que por extraño que pareciera, era sedoso y suave, a pesar de la apariencia que este daba, lo hale un poco y él gimió en mi boca, sus manos ahora estaban en mis caderas. Mi boca parecía fundirse con la suya en aquel apasionado beso, su sabor a menta y café era lo mejor que había probado en mi vida, y no quería dejar de saborearlo.

Pero entonces la campana sonó, haciéndonos separarnos por el susto, entonces me di cuenta que estaba encima de él a horcajadas ¿Cómo paso eso, sin darme cuenta? Los dos con los labios rojos y un poco hinchados, nos miramos y nuestras mejillas enrojecieron.

-Lo siento –dijimos los dos al unisonó y entonces reímos

Me baje de él, y sin soltar mi mano me dijo –la chica de la cual te hable, eras tú. Siempre fuiste tú. Eres tan hermosa, divertida e inteligente, que solo un imbécil no vería lo maravillosa que eres.

-¿Lo dices en serio?

-Te lo juro. –entonces sin detenerme a pensar en que era lo que estaba haciendo, me tire a sus brazos y lo volví a besar, y él encantado me dejo hacerlo. Después de un momento, me separa de él y con voz ronca murmuro –debemos ir a clases.

Haciendo una mueca, asentí. Nos tomamos de la mano y nos dirigimos hacia nuestra clase. Una vez allí prestamos atención al profesor y anotábamos todo. Mi celular vibro y lo mire, tenía un mensaje de Hayley, lo abrí

"Sofia, tenemos que hablar. ¿Podrías venir al ensayo de hoy?

"Por supuesto. Nos vemos al rato"

"GraciasJ"

Termino la clase y le dije a Gerard que me tenía que ir.

-¿A dónde?

-Una amiga está en una banda y ellos ensayan cerca de la Universidad de artes. Me invito a ir, quiere hablar conmigo.

-Bueno. ¿Te puedo acompañar? Al fin que no tengo mucho más que hacer. Y siempre he tenido curiosidad sobre escuchar ensayar a una banda.

Me lo pensé por unos segundos, pensé en Frank –Esta bien, pero debes saber que Frank también estará presente, tiene su propia banda y ensayan ahí también.

Lo vi tensarse pero entonces dijo -No hay problema. –me sonrió y nos dirigimos hacia el lugar. 


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