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Javier observó como Julio salía de la habitación. Desde su última conversación que no había dicho nada más. Se había limitado a sentarse frente a él para observarle.
Al poco rato, simplemente se levantó y se fue, como si hubiese estado esperando a ese momento.
-¿A donde vas? Por favor déjala marchar. No le hagas nada. ¡Maldita sea! Entiéndeme. Sé que le hice daño a Miranda, pero ¿no hubieses elegido a la chica que amas antes que a otra?
Julio se detuvo al oír eso, pero no se volvió y cerró la puerta tras él.
Javier echó la cabeza hacia atrás y cerró a los ojos.
<<Por favor, que no te pase nada.>>

Nico y Chloe estaban en el centro comercial tomando algo tranquilamente cuando Nico se puso tenso.
-¿Que te pasa?
-No sé. Tengo la sensación de que algo no va bien.
-¿Respecto a que?
-No lo sé. Tengo una sensación extraña en la boca del estómago.
-¿Quieres que nos vayamos?
-No, tranquila. Seguramente no es nada.
Pero no se quedó tranquila y él tampoco. Al poco rato sacó el teléfono del bolsillo del pantalón y le mandó un mensaje a su hermano.
<<”MELLI” TENGO UN MAL PRESENTIMIENTO. ¿ESTÁ TODO BIEN?>> 

Un pitido desde el bolsillo trasero de su pantalón. Un mensaje. Si pudiese desatarse lo suficiente para alcanzarlo.
Provó intentando aflojar el nudo y aunque tardó un buen rato, finalmente consiguió coger el teléfono.
Tal y como estaba no podía ver el mensaje, pero conocía lo suficiente su teléfono como para saber donde estaba cada tecla.
Decidió que escribiría un mensaje corto, el problema era ¿a quien?
Si se lo mandaba a Nico, ¿que podría hacer él?
Si se lo mandaba a alguien de la pandilla, ¿como los encontrarían? Lo último que sabía es que habían sido cogidos en la cala, nada más. No sabía donde estaban.
Al final decidió que se lo mandaría a Luis.
<<ERA UNA TRAMPA. MIRANDA NOS COGIÓ EN LA CALA. NO SE DONDE ESTAMOS PERO LLAMA A LA POLICIA. CREO QUE NO SABEN QUE TENGO EL TELÉFONO ENCIMA O PIENSAN QUE NO PUEDO ALCANZARLO. ESTOY ATADO.DATE PRISA.>>

La pandilla estaba en la cabaña viendo una película cuando el teléfono de Luis vibró dentro de su bolsillo. Lo cogió ausente mientras seguía con la trama de la película y desviando los ojos de la pantalla, leyó el mensaje. 
Se puso de pie de un salto.
-Vamos. Tenemos que irnos.
-¿Que pasa?- preguntó Isabel mientras él le pasaba su teléfono para que leyese y se apresuró a quitar la película y apagar el televisor.
-Miranda tiene a Mónica y a Javier- dijo apenas en un susurro.
Isabel dejó que los demás también viesen el mensaje.
En cuestión de media hora estaban todos en la comisaría. Ya se encargarían después de avisar a nuestros padres.
La policía se puso en movimiento, sobretodo después de que ellos facilitaran el nombre y los apellidos de Miranda, pues era el único contacto de un preso que había escapado mientras le trasladaban.

-Aquí estás. Te he estado buscando. Por fin te encuentro a solas.
-De haberme dicho que querías hablar conmigo, habría ido yo hacia ti.
-No es hablar lo que quiero.
-¿Crees que no me he dado cuenta de que te mueres de ganas de matarme?
-Entonces sabes perfectamente que eso es lo que voy a hacer.
-Quizá tu seas un gran asesino y esto se te de bien, pero no voy a ponértelo fácil. 
-No esperaba que lo hicieras. En cualquier caso te mataré igual.
-Dejaré que lo intentes.
Reese se puso en pie para ponerse frente a él con otra de sus superficiales sonrisas.
-Cuando quieras.
Julio sonrió, sacó lentamente la mano de su bolsillo y deslizó con rapidez el cuchillo que había guardado en su interior por el cuello de Reese, cortándole así la garganta.
Ante la mirada de asombro de este, Julio volvió a sonreír y se marchó dejando que ese gran hijo de puta se desangrase.
Antes de cerrar la puerta, lo miró una vez más.
-No debiste confiarte.
-Quizá no- consiguió decir mientras la sangre salía a borbotones- pero tú no volverás a tenerla. Ella solo te utiliza. Hasta un estúpido vería eso. 
Solo entonces cerró la puerta.

No hay dos...¡Sin tres! (Serie Love 04) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora