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Cuando sonó el despertador hacia ya rato que tenía los ojos abiertos. De hecho, estaba sentada en mi cama escribiendo mi diario.

08 de agosto

Querido diario:

Esta noche he quedado con él. ¡Estoy tan nerviosa!

He puesto mi armario patas arriba escogiendo que ponerme después de pellizcarme al ver que por primera vez en mucho tiempo había dormido genial. Ni una sola pesadilla.

Vuelvo en un rato. Estoy muerta de hambre.

Cerré el diario y me quedé un rato pensativa. Lo cierto era que me había pasado la noche entera pensando en sus ojos, su sonrisa, su boca… Como me hubiese gustado besarle. Me cubrí la cabeza con la sábana hasta que sonó el teléfono.

-¿Diga?

-¿Te he despertado?

-No. He madrugado. ¿Qué tal Lidia?

-Genial. ¿A que no sabes que?

-Cuéntame.

-Mis padres nos dejan la casita de la playa para quedarnos allí hasta finales de agosto. ¿No es genial?

¿Lo era? Supongo que sí, pero entonces estaría muchas noches sin verle. ¿Y si me odiaba?

-¿Estás ahí Mónica?

-Si, perdona. Es genial en serio.

-¿Debería creerte cuando me lo dices?

-Hablo en serio. ¿Cuándo nos iríamos?- quizá si nos marchábamos mañana podría explicárselo todo.

-Esta tarde. Pasamos a buscarte en el jeep de Dani a las seis. Llévate solo lo necesario que nos conocemos.

-No se de que me estás hablando- pero si lo sabía. Siempre que íbamos a algún lado me llevaba tanta ropa que parecía que no fuese a volver.

-Bueno, luego nos vemos. Tengo que prepararlo todo.- aunque Lidia era peor que yo.

Bajé a desayunar algo antes de que Sebastián y Clara viniesen a buscarme. Besé a mis padres y me senté a su lado para comentarles la llamada de Lidia.

-Me parece bien hija. Si te apetece ir tienes mi permiso.

-¿En serio?

-Si.

-Gracias papuchi.- les besé de nuevo a los dos y fui hacia mi cuarto con una tostada en la boca.

-¿No comes nada más Mónica?

-Ya tengo bastante con esto.- cogí el móvil y las llaves y volví a bajar justo en el momento en el que Sebastián derrapaba en la puerta.

-Buenos días señorita. ¿Quiere que la lleve a algún sitio?

-¿Que tal su casa?

-¿Es una proposición?

-No con tu prometida y mi mejor amiga delante.

-No os cortéis por mí.- los tres nos reímos cuando me subí al coche.

No hay dos...¡Sin tres! (Serie Love 04) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora