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-No me quedo tranquilo. No dejo de pensar que de pronto aparecerá de la nada y vendrá a por nosotros.
-He vuelto a hablar con sus padres y dicen que según Miranda está muy bien donde está.
-No me creo nada.
-Yo tampoco pero no podemos hacer nada más Javier.
-Gracias de todos modos por venir.
-No hay de que. Me alegra que me llamaras. Tenía ganas de quedar contigo.
-Si pero no entiendo porque.
-¿De verdad no te has dado cuenta de que me gustas?
-Prefería ignorarlo. No me interpretes mal Claudia, pero por fin tengo a la chica de mis sueños. No voy a meter la pata de nuevo.
-Lo entiendo.
-Te acompaño al coche.

Quince minutos después de dejar a Santi, llegué a casa de Javier.
Detuve el jeep y miré en el retrovisor mi aspecto. Las ojeras apenas se me notaban.
Bajé del coche para ir a llamar a la puerta cuando les vi.
Salía de su casa seguido por una chica, Claudia.
Seguí observando. Ellos no habían advertido mi presencia. Claudia le detuvo haciendo que se volviese hacia ella y le besó en los labios.
¿Así que era eso? ¿Eso era lo que me estaba ocultando?
Volví sobre mis pasos sin poder dejar de mirarles.
Choqué contra una de las macetas de su madre y la rompí, llamando así su atención.
La expresión de Javier cambió por completo al verme y yo seguía sin poder apartar la vista de ellos.
Me subí de nuevo al coche y lo puse en marcha con las manos temblorosas.
-Cariño espera- se acercó a mi lado e intentó cogerme la mano.- No es lo que crees.
-¿Por eso has tenido que ocultármelo?
No respondió. Pisé el acelerador y conduje hasta el hotel para buscar a Santi.
Crucé el vestíbulo corriendo hasta el ascensor.
Quería olvidar. Quería, deseaba no haberles visto.
Llamé a la puerta varias veces antes de que me abriese.
-Mónica, ¿Qué te pasa?
Me lancé a sus brazos echa un mar de lágrimas.
-No puedo más.
Me hizo pasar y se sentó junto a mí en la cama.
-¿Qué ha pasado? Hace un rato estabas bien y ahora…
-Fui a buscar a Javier y le vi besando a otra. Yo ya sabía que me ocultaba algo. Solo esperaba que no fuese eso.
-Nena lo siento mucho. Yo, no sé que decir- la verdad es que yo tampoco. Tenía frente a mí al Santi que había amado tiempo atrás.  Al Santi que aun quería estar conmigo y al Santi que me devolvería el beso que iba a darle.
Me lo devolvió, tal y como esperaba. Me lo devolvió junto con caricias, palabras dulces y todos sus sentimientos acumulados durante todo ese tiempo.
Hice ademán de desabrocharme la camisa pero él me detuvo.
-No creo que sea esto lo que quieres de verdad. Sé que estás dolida, pero sigues siendo su novia y ya te dije que no me iba a interponer. Lo mejor es que hables con él. Deja que te cuente su versión. Puede que me haya vuelto loco al decirte esto pero no quiero empezar nada si al final lo que has visto no es lo que parece.
-¿Acaso no quieres que pase nada entre nosotros?
-¿Bromeas? De ser una situación distinta no te dejaría marchar y seguramente y perdona la expresión cariño, ya te habría quitado la ropa, pero no lo es. Habla primero con Javier y si después de hacerlo sigues queriendo que estemos juntos, aquí estaré.
-De acuerdo- me levanté para marcharme. Santi me detuvo antes de cruzar la puerta.
-Prométeme una cosa. Si sigues adelante con tu chico no quiero saberlo. Si de aquí a dos días no se nada de ti, me marcharé.
No me había vuelto para mirarle y asentí antes de cruzar el umbral y cerrar la puerta tras de mí.
De camino a mi casa pensé en lo que me había dicho Santi y en lo que casi había ocurrido entre nosotros. Me alegré de que me hubiese detenido.
Llegué a casa, subí hasta el piso de arriba, entré en el cuarto de baño y abrí el agua caliente. Una ducha era justo lo que necesitaba para despejarme.
Mientras el agua caía sobre mi cuerpo, Javier estaba desesperado.
-Tranquilízate. No es más que una cría. Seguro que yo podría darte más de lo que te dará ella nunca.
Javier la miró con desdén.
-No tienes ni idea. Nadie podría darme nunca ni siquiera la mitad de lo que ella me ha dado. Contacté contigo solo porque no quiero que Miranda regrese a nuestras vidas.

Hablar con Javier era lo que menos me apetecía, pero si era necesario para seguir adelante, no me quedaba más remedio.
Decidí llamarle y quitarme de encima la horrible sensación que tenía.
-Cariño escucha- se apresuró a decir nada más descolgar.
-No quiero oírlo. Quedamos esta noche en el parque.
-¿Significa eso que me perdonas?
-Significa, que nos veremos esta noche. Tenemos algo que aclarar.
-Se acabó, ¿no?
-Hablaremos esta noche.
Cuando colgué no me sentía mucho mejor. Quisiera no haber visto nada o tal vez haberlo visto ¿era mejor que vivir engañada? Era como volver a empezar. El chico al que amaba besando a otra.
El momento del encuentro llegó demasiado pronto y yo no me sentía preparada para verle o para lo que fuese que ocurriese.
-¿Llevas mucho aquí?
-Desde que me llamaste. Cogí a Hobbie y me vine.
-Está claro que hay algo que no funciona entre nosotros. No quiero que haya secretos entre nosotros y es evidente que había uno. ¿Por qué me dijiste que no había otra?
-No la hay. No quería contarte nada para no preocuparte. Hace unos días me puse en contacto con ella. Quería saber si había noticias de Miranda. Necesitaba saber si tiene pensado volver. Le prometí a Nico que te protegería.
-¿Entonces no tienes nada con ella?
-Menuda tontería. Ya te dije que no era lo que creías. ¿De donde has sacado esa idea tan absurda? 
-Vi como os besabais.
-Ella me besó. Tienes que creerme cuando te digo que no es nada- no dijo que Claudia pretendía que si lo fuera. No era necesario de todos modos.
-Bueno perdón. Tú también lo hubieses malinterpretado de haber sido al revés. Estás celoso de todo lo que se mueve.
-Lo sé y no puedo evitarlo. Ahora que eres mi chica no quiero perderte.
-Yo también quiero decirte algo y te pido por favor que no te enfades conmigo.
-¿Es por Santi?
-Si. Fui a verle después de lo ocurrido esta tarde. Estaba tan enfadada que le besé.
-¿Pasó algo más?- no podía verlo pero sabía que estaba apretando los puños con fuerza esperando a que dijese que no. 
-Casi. Santi no lo permitió.
-Eso me sorprende. Pensé que quería tenerte a toda costa.
-No voy a mentirte. Él quiere estar conmigo pero no así.
-¿Y tú? ¿Con cual de los dos quieres estar?
No sé porque no contesté. Tenía clara mi respuesta y aun así, fui incapaz de pronunciar palabra.
Hubo silencio durante casi diez minutos. Ni siquiera Hailey y Hobbie hacían ruido.
Después de ese tiempo, conseguí hablar por fin.
-Quiero estar contigo. Quiero casarme contigo  y vivir contigo en una casita tal y como tú dijiste.
-Prométeme entonces que no volverás a hacer algo así.
-Lo prometo- solo entonces me besó.

No hay dos...¡Sin tres! (Serie Love 04) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora