Cortitos pero bonitos.

Sentimientos.

Debe ser duro seguir por la vida sin un atisbo de arrepentimiento, sin siquiera tener el alma grisácea por la pena. Debe ser duro llegar a tu alma sin un paraguas, que aplacan el llanto que tus emociones desbordan, sigo sin meditarlo tanto, y, sin dudas me digo; Yo llegaré. Cada día es un nuevo reto, intento sacarte la sonrisa, y que quede permanentemente entre mis manos temblorosas. Sin tanta confianza y con miedo de tus palabras malditas, tanteo el momento en que todo se puede derrumbar, detesto que no se sepa, que no pueda calcular en qué momento parar. Me basta con que me leas en la noche, me basta... Con saber que quizás crucé por tu mente, que soltaste una risa por mi causa, me basta. Pero hoy, hoy yo me derrumbé, sabía que algo tan poderoso saldría mal, me lo recordé, me lo advertí, y las consecuencias se están burlando tras mis húmedos párpados. Siento un pesar en el pecho, desconocido, que antes quizás sentí, pero ha pasado tanto tiempo... Intento apartarlo, pero se rehúsa. Intento no darle importancia, pero sigue dañando, intento silenciar todo pero me ahoga. No hay ninguna duda, de que me afecta, más allá de los sentimientos, más allá del simple y peculiar parentesco, no puedo pensarte sin sentir dolor. Sin pensar en la agonia que me absorbe si continuo hablandote. No quiero eso, no deseo nada, no quiero pensar. Dejame sanarme un tiempo, y, por favor, sí... Dejame en el olvido.