Nunca en sus 26 años de edad había visitado un médico. Sin duda era su peor pesadilla, su fobia irracional hacia aquellos hombres de blanco delantal se había posicionado tan profundamente en su mente que realmente odiaba siquiera pensar en ellos. Este es Nicolás, y tiene
Iatrofobia: Miedo a los médicos.***
Joven y torpe, así era nuestro pequeño Nicolás en sus días de universidad. Una fobia muy profunda lo atormentaba día tras día, y sin ningún reparo, tuvo que ir a estudiar. Ya que fue aceptado por la más destacada. Apretó su mandíbula, ya que estaba a punto de morder su labio del nerviosismo. Y... Hacer eso, no sabía por qué, pero lo odiaba al máximo.
Como también odiaba a los...
Sacudió su cabeza, no podía pensar en ello justo ahora. Estaba a punto de iniciar la clase. Respiró profundo, aunque con algo de dificultad, ya que su cuerpo entero temblaba.
Bueno, sí había una razón. Una que no quería mencionar, por ahora.
La parte delantera del campus estaba repleta de jóvenes, se extrañó al verlos bebiendo cerveza, bueno, hay de todo en el mundo.
Cuando se sentó en el último pupitre del auditorio, no podía dejar de temblar, su mente le jugaba en contra, todo parecía estar en movimiento aún cuando ni siquiera las clases habían comenzado. Temía que por aquella puerta pudiera entrar el profesor y tuviera que presentarse, y sobre todo... Con delantal blanco puesto. Sentía que se iba a desmayar en cualquier momento. Cuando vió al joven profesor entrar, sintió un enorme alivio que lo recorrió de pies a cabeza. Ya que no llevaba puesto uno. Sin duda tenía miedo de lo que pasaría a lo largo del día, pero todo se veía bien y tolerable hasta ahora. Con aquella idea en su mente, el profesor inició la clase, dando comienzo a una nueva etapa en su vida.***
-Necesitas ir, no me importa que no quieras, Nicolás.
Mi madre tenía esa expresión que muchas ocasiones a lo largo de mi vida he querido evitar, pero nunca pude.
-Sabes cuál es mi condición y aún así me obligas a ir, madre... Por favor, no me hagas esto ahora.
-Nicolás, Katherine me dijo que tuviste un gran día, sin embargo cuando acabó la sesión te sentiste mal y no podías respirar. Ha sido así por más de 26 años. ¿Es que acaso quieres morir? Necesitas ver a un médico.
No lo quiero ver, no lo necesito, no necesito que se acerque a mí...
Sentía como mi madre me miraba y pasaba sus manos por mi rostro, decía muchas cosas que no pude entender debido a mis sollozos, pero una frase pude llegar a escuchar.
-... Quieras o no.
Luego del desmayo, vendría la lucha.
Soon... u w u♥
ESTÁS LEYENDO
Cortitos pero bonitos.
FanfictionSerán... Bueno, en realidad no lo sé. muchos one-shot. Historias cortitas que se me irán ocurriendo, y las guardaré aquí. Viva el Cochayuyo.