Helado

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(...)

Narra Steffany

Abrí mis ojos de apoco y las paredes blancas del hospital me cegaron por la claridad. Sentía dos manos en cada una de las mías. Las moví y saque sus manos.

-Steffany.-La voz de Luke me sobresalto pero no lo mire.-Mírame por favor.-Intento tomar mi rostro pero yo lo aparte un poco con la mano.-Lo siento... Yo no quería decirte...-Le puse la mano en la boca y lo mire. Sus ojos se abrieron como platos al ver una cicatriz en mi mejilla. La cicatriz estaba en la mejilla donde Jadeen impacto su mano. Sus ojos se llenaron de lagrimas y bajo la cabeza.-Lo siento...-Negué sin poder hablar.

-Steffany.-La voz de el nerd se escucho en la habitación. Lo mire y el de acerco.-Si me hubieses dejado acompañarte no estarías aquí.-Sonreí sarcástica y levante mi dedo del medio.-Bueno yo me voy.-Salió de la habitación dando un leve portazo levantando a mi padre quien me miro.

-Ste...-Lo interrumpí.

-Shhhhhhhh.-Puse un dedo en mis labios y cerré los ojos.

-Hija...-Dijo mi padre apunto de llorar. Sin más poder hable.

-Ya. Basta. No voy a morir par de idiotas. Callense y vallan a traerme algo de comer muero de hambre.-Los dos se levantaron y salieron. Intente sentarme pero mi cuerpo dolía como los mil unicornios de mi pijama. La puerta se abrió y Jadeen entro con los ojos rojos y hinchados. Gire mi cara para que no viera la cicatriz junto con el moretón que el me había dejado.

-Hola, Steffany.-Dijo con un hilo de voz.-Quería pedirte perdón por todo, por golpearte, incluso por dejarte en ridículo frente a todos. Lo siento.-Escuche su sollozo y gire mi cara. El levanto la vista y tapo su boca con ambas manos.

-¿Estas viendo el moretón en mi mejilla?-El asintió.-Eso lo hiciste tú. Ahora tengo otra marca que se quedara para siempre y cada vez que la veas recuerda el golpe que me diste.-Lagrimas caían por sus mejillas como una cascada sin parar. Estaba rojo de tanto llorar.-No derrames más lagrimas y acércate.-Le dije intentando tranquilisarlo. Es la primera vez que lo veo llorando y no quiero ser ruda con el. Debería ya que el me golpeo pero un golpe duele menos que mil palabras.  

-Yo enserio lo siento. Estaba molesto por que me dejaste y luego me golpeaste. Me cegué y...-Volvió a llorar.-Te golpee.-Dijo sollozando.

-Basta. Ya. Deja de llorar o te golpeo.-El se seco las lagrimas pero seguían cayendo.-¿Que te trajo hasta aquí? Osea. ¿Por que y quien te dijo que tuve un accidente?-El me miro y en sus ojos había dolor y tristeza.

-Tu hermano. Ayer hicimos un acuerdo después de casi matarnos a golpes. El dijo que si te pasaba algo me avisaría pero que no me volviera a acercar y yo le dije que me podía acercar pero que no te haría daño. Eso fue todo. Ayer el me llamo y me dijo que estabas en el hospital. Comencé a llorar y estuve así hasta que llegue hoy por la mañana aquí.-Lagrimas salían buscando ayuda de sus ojos y sus manos temblaban sin parar.

-Estas nervioso, deja de llorar entraras en pánico.-El bajo la cabeza. Yo lo acerque hasta donde yo estaba y lo abrace.

-¿Podemos volver a estar juntos?-Lo separe un poco de mi y lo mire.

-No puedo. Es que... Todavía estoy molesta y no puedo. No quiero darte una segunda oportunidad, Jadeen. Tu deberías estar con Cassandra ella si te merece yo no.-El comenzó a llorar y se levanto de la silla despacio.

-Esta bien. Te entiendo. Bueno, pues entonces amigos-Dijo mirando el suelo.

-Si...-Dije mirando mis manos.

-Pues... Nos vemos luego.-Dijo despidiéndose y saliendo de la habitación.

-Adiós.-Susurre. Pero ya se había ido. Recosté la cabeza y toque mi mejilla.-Maldita cicatriz.-Susurre con odio. La puerta se abrió y el nerd entro. Por segunda vez a la habitación.

-Hola.-Dijo y en sus manos habían unas flores. Sus mejillas estaban extremadamente rojas y sus manos temblaban como nunca.

-Ho...hola.-Dije nerviosa. El se acercó y puso las flores en la mesita.

-Mi nombre es Nicolas pero dime Nick. Tu eres Steffany Quendricks.-Todo lo dijo rápido y nervioso.

-Nick. Estas muy nervioso. ¿Como estas?-Lo mire y el hizo lo mismo.

-Bi...bien y ¿tu?-Se dio con su mano en la frente y me miro.-Obvio que estas mal.-Dijo y bajo la cabeza.-Que tonto soy.-Susurro.

-Sientate. No crecerás más.-El me miro y se sentó en el sillón.

-Bien... Es que quería de...decirte que...-Lo interrumpí.

-Tranquilízate un poco y me dices.-Estaba muy nervioso. Parecía un jabalí con cara de toro temblando con miedo.

-Quería saber si quieres ir a comer helado conmigo. Pero estas aquí y no puedes salir enton...-Levante un dedo.

-Acepto. Pero tienes que traerlo aquí ya que no puedo pararme bien.-Le dije y el sonrió. Se levanto y salió.

-¡Me dijo que si comería helado!-Sonreí y mire las flores. Eran girasoles. Las flores de mi madre. Había una nota en frente de ella. La tome y la abrí.

"Espero que te encuentres bien, siento el haber impactado mi auto contra tu cuerpo. Espero que me perdones.

Con cariño la culpable"

En todo caso no sabía que hacer. Esto parecía una película de miedo donde la asesina le manda cartas a la víctima haciéndole saber que pronto morira. Cerré la cartita y la volví a poner donde estaba.

-Aquí esta tu helado.-Me sobresalte y mire a Nick.-Lo siento no sabía que...-Lo interrumpí.

-Tranquilo. Solo me asustaste un poquito. Ven vamos a comer helado.-El asintió y comenzó a caminar hacia mi. Me dio el helado. Me ayudo a sentarme de apoco y comenzamos a comer. Estuvimos riendo, haciendo chistes, comiendo helado, obvio y conociéndonos un poco.

-Te vez cansada.-Asentí.-Bueno, pues me voy para que descanses.-Asentí de nuevo y el se acerco beso mi mejilla y se fue con sus cachete rojos.

-¡Gracias por el helado!-Grite.

-¡De nada!-Me respondió. Me recosté en la camilla y cerré mis ojos. La puerta se cerro.

-Buenas noches, Steffany.-La voz de la mujer hizo que abriera los ojos. Pero no había nadie. Los volví a cerrar y me quede dormida.

Mrs. QuendricksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora