Mrs. Quendricks

(...)

Han pasado dos semanas y con Nick decidimos alejarnos. Si, lo se. Después de nuestro ultimo beso, decidimos alejarnos para no hacernos daño y así fue. Yo me mude a Australia cerca de la casa de mi tío David y ahora estoy mas cerca de Sarah. Hablando de ella vendrá a vivir a mi apartamento para así no separarnos nunca. Iremos a la universidad ya que terminamos el instituto. No quiero dar detalles de como la pase por que sinceramente fue horrible.

Estoy sacando todo de las maletas en lo que mi tío trae mis muebles y cosas para llenar el apartamento por completo. Mis padres se pusieron a llorar cuando supieron que me iba y Luke... Luke solo se fue y no se despidió de mi. Dijo que es mejor no llorar frente a alguien que cree que eres fuerte. No dijo nada mas y salió de la casa. Ese día el se veía destruido pero el mismo me ofendió semanas antes de irme. Pero nada aquí estamos y no pienso volver al pasado y mucho menos perder mi tiempo pensando en personas que no pensaron en mi.

Mi apartamento era sencillo, era un poco lujoso pero mas humilde y sencillo que nunca. El timbre del apartamento sonó y yo corrí por todo este para llegar a la puerta. Abrí la puerta y una melena rubia me brinco encima. Sarah.

-¡Oh por Dios! ¡Te extrañe tanto!-Ella vivió un tiempo conmigo en casa de Seth pero después de nuestra ruptura ella volvió acá.

-¡Mi rubia loca!-Grite y nos revolcábamos en el piso abrazando nos como locas.

-Amor, ¿donde pongo las cosas?-La voz de Ryan me hizo separarme. El era como un hermano para mí. Mediante el tiempo que estuve con Seth el me daba consejos y me decía de todo un poco. Me hablaba de Nick y en ese tiempo yo solo cambiaba de tema. Me miro y abrió sus ojos como platos. Corrí y lo abrace.

-¡Ryan! ¡El conejito de indias con las bolas hinchadas!-Me recordé cuando hicimos el picnic y Sarah le pego fuerte en su amiguito.

-¡Hey! ¡Eso quedo en el pasado!-Me carcajee y me separe de el. Me acerque a Sarah y la volví a abrazar con fuerza.

-Te extrañe mocosa.-Le revolví el cabello.

-Yo también... Te tengo una pequeña sorpresa. Ryan tápale los ojos.-Ryan me tapo los ojos y luego se escucharon pasos cortos.

-¿Que esperas? Déjame ver.-Ryan me quito las manos y ahí estaba parada una pequeña niña con cabellos castaño y ojos marrones. Saco los ojos de su padre. Corrí hasta donde ella.-Mi pequeña castaña.-Dije besandola. Esa es la hija de Sarah. Milah Quendricks.-Esta preciosa.-La pequeña sonreí y miraba a Sarah.

-De echo cumple tres años el viernes que viene.-Sonreí de oreja a oreja.

-Ya estas grande cita pequeña.-Dije y la solté en el suelo. Camino hacía la sala que aun estaba vacía sin nada.

-Yo te tengo otra sorpresa pero esta te encantara mucho.-Sarah me tapo los ojos.

-Oh vamos, hoy no es mi cumpleaños.-Dije ya cansada de sorpresas.-Vamos chicos...-Hubo un silencio terrible. Sarah me destapo los ojos y cinco castañas me saludaron desde la entrada de la puerta.-¿Que carajos?-Ellas entraron corriendo y se abalanzaron hacia mi. Caí al suelo con todas ellas abrazando me. Les correspondí el abrazo a todas y estas empezaron a llorar.

-Lo sentimos por tu divorcio con Seth.-Puse mala cara.

-Eso es pasado y el pasado esta pisado. El libro esta cerrado, ¿okey?-Estas asintieron y se levantaron. Me ayudaron a levantar y me abrazaron de nuevo.

-Te extrañamos no sabes cuanto. De echo pensamos en mudarnos al ultimo piso. El PenHouse.-Sonreí.

-Chicas necesito que se muevan por que esto pesa.-La voz de mi tío David nos hizo se pararnos. Nos alejamos de la puerta todos y este entro con cinco muchachos morenos cargando mi mudansa. Las chicas babeaban y yo solo rodaba los ojos al igual que Sarah y Ryan. Pusieron todo en su lugar después de subir y bajar en un ascensor. Mi tío Chad entro y me dio un abrazo al igual que mi tío David.