CAPÍTULO 8

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Me desperté porque sentí una presión en mi cintura que me causó malestar. Abrí los ojos con fastidio y vi a Yeol dormido a mi lado aún, sujetándome por la cintura y su rostro a milímetros del mío, como si no se hubiera movido en toda la noche.

Quizá en la noche me causó un poco de ternura pero sabía que era totalmente a causa de la fiebre porque ahora quería patearlo fuera de la cama.

Como no podía hacer eso recurrí a la manera antigua y comencé a zangolotearlo, pero fue inútil porque ni se inmutó.

–Yeol –intenté despertarlo y a la vez separarme de él porque aparte que me ponía nerviosa tanta cercanía, me dolía horriblemente su agarre –gigante, despierta por favor –sólo así se removió pero no fue para algo bueno, sólo hizo un pequeño movimiento y me atrajo más a él, envolviéndome completamente entre sus brazos – ¡Yeol! –grité ahora y por fin él abrió sus ojos rápidamente. Me miró, notó como estábamos y me soltó alzando las manos, como si nunca hubiera hecho eso.

–Lo siento, me quedé dormido –se levantó rápidamente de la cama jugando con su cabello de manera nerviosa. Como pude me senté en ella.

–Creo que lo noté –agarré mi cintura, el calor de sus brazos aún se sentía y era raro – ¿Te desvelaste mucho? –le pregunté, aunque quería golpearlo entendía que se quedó conmigo por cuidarme así que era comprensible. Él bostezó y asintió.

–Casi no dormí por cuidarte –se talló los ojos – Te despertaste en varias ocasiones por la fiebre, aunque supongo que no te dabas cuenta –tenía razón, no podía recordar nada – ¿te sientes mejor? –le asentí.

–Gracias a ti y lamento mucho que te hayas desvelado por mi culpa aunque es tu obligación porque si no hubieras sido un inmaduro jamás hubiera pasado todo esto –rodó los ojos.

–Ya te dije que cometí un error y me disculpé ¿Qué más quieres?

–Que cumplas tu promesa –le recordé, él al parecer no entendió porque frunció el ceño confundido –dijiste que serias mi sirviente ¿no?

–Uh, sobre eso...

– ¿Qué, mentiste? –Me hice la indignada –creí que te arrepentías de verdad, pero ahora veo que no –cubrí mis ojos con las manos, tratando de parecer dramática.

–No, está bien, seré tu sirviente pero tranquila –habló nervioso ¿de verdad se creía todo? –pero no me pondrás a hacer cosas muy raras ¿o sí?

–Por supuesto que no –sonreí estirando mis manos –empezando con que tengo mucha hambre y quiero el desayuno –agité mis manos para que entendiera pero él no lo hizo –ahora, llévame a tomar el desayuno.

–Ah, quieres que te ponga en tu silla –pero le negué.

–Quiero que me cargues –volví a mover mis manos animándolo a acercarse pero él lucía muy asustado y era divertido –estoy cansada de la silla de ruedas y tu pareces estar en forma.

–No, no lo estoy –reí.

–Vamos, así me harás sentir mejor –con una mala cara se resignó y se acercó.

Coloqué mis manos en su cuello para sujetarme, él parecía un niño pequeño teniendo que obedecer cosas que no quería.

Antes de hacer la parada en la cocina fuimos al baño para lavarnos los dientes y Yeol que tuvo que hacer pipí y claro, lo esperé afuera.

Al llegar a la cocina sin que yo le dijera nada comenzó a preparar nuestro desayuno, al menos se veía que le gustaba hacerlo, porque prefería preparar a ordenar algo siempre.

My Fake Girlfriend ● Park Chanyeol. [Fake #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora