CAPÍTULO 1

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7:50 A.M. Y Se me hacía tarde para ir a mi trabajo de medio tiempo, o bueno, a uno de los tres empleos que tenía.

Este año me había graduado de la escuela pero por falta de recursos tuve que suspender mis estudios. La razón era simple, para poder conseguir el dinero suficiente y asistir a una buena universidad tenía que trabajar y hacer ambas cosas era un poco difícil y cansado.

Pero eso no era mi mayor problema, lo peor era que no lograba conservar un trabajo por mucho tiempo, siempre llegaba tarde y siempre me despedían por esa simple razón.

Aunque no era mi culpa, mi casa quedaba afueras de la ciudad y se me complicaba transportarme. Claro que eso no les importaba a mis jefes.

Este era mí tiempo record, mis empleos habían durado más de una semana, todo marchaba bien pero como siempre el día esperado llegó, tenía sólo diez minutos para llegar al trabajo y no lo iba a lograr.

En mi momento de desesperación quise tomar un atajo por un callejón no concurrido pero que acortaba el trayecto. Esa era mi única esperanza para conservar el empleo así que sin pensármelo mucho corrí hacia allá.

Corrí lo más rápido que mis zapatos permitían y rogaba llegar a la hora, no quería perder ese empleo, era el mejor que había tenido en un largo tiempo.

Repentinamente escuché unos murmullos y estaba completamente segura de que eran de chicas.

Parecía una multitud de personas gritando por algo y se oían cerca, pero ni siquiera eso me distrajo de mi objetivo así que no reduje mi velocidad.

Al dar la vuelta no sentí más mis pies en el suelo, no sentí que continuara mi camino. Sólo sentía un fuerte dolor en mi cabeza y espalda y un peso sobre mí, algo muy pesado.

Me había golpeado la cabeza con algo puntiagudo, eso era seguro y lo peor:

¡Alguien se había caído sobre mí!

Aparentemente había chocado con alguien al correr y por el impacto pude deducir que él también corría. Pero eso no me importaba, la caída me había destrozado la espalda. La cabeza me daba vueltas y veía todo borroso por mis lágrimas.

El sujeto se apartó asustado en cuanto escuchó mi grito de dolor ¿en dónde me había caído? Ni siquiera podía moverme.

- ¿Estás bien? -preguntó con la voz temblorosa. Colocó su mano en mi mejilla e intentó pararme pero justo cuando movió mi brazo solté otro grito - ¿Estás bien? -volvió a preguntar.

- ¡No! -Grité con frustración -Estoy tirada en el suelo y tú sólo puedes preguntar ¿si estoy bien? -gruñí. Incluso hablar hacia que me doliera todo el cuerpo.

-Lo siento, espera, tranquila, llamaré a una ambulancia, eso haré... no te esfuerces -él chico tartamudeaba. No podía ni ver bien al sujeto, en parte por mis ojos llorosos pero también porque llevaba gafas y una capucha ocultando gran parte de su rostro. Lo vi teclear en su teléfono con rapidez y después hablar con alguien. Cuando finalizó volvió a hincarse a mi lado -Ya vienen, estarás mejor -dijo, su voz era muy profunda.

-Rápido, me duele mucho y tengo que ir a trabajar -Puede que estuviera exagerando pero mi trabajo me importaba mucho y que ni siquiera pudiera moverme me hacía sentir peor, tenía miedo de que algo grave me hubiera pasado.

-Sí, tranquila -repitió. Tomó mi mano mientras esperábamos a los paramédicos y repetía constantemente palabras que me consolaran -no lo hice intencionalmente, no quería lastimarte pero saliste de la nada, deberías tener más cuidado al andar -fruncí el ceño enojada. Primero me lastimaba y ahora me salía con esto -pero fue mi culpa así que no te preocupes, pagaré todo lo que necesites.

My Fake Girlfriend ● Park Chanyeol. [Fake #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora