Aquí... Con 4 Idiotas #1

17. Una cita, espera ¿Segunda cita?

Antonia se fue hace unos ¿tres días?, pero regresará hoy en la tarde, no para llevarse a Julie, solo vendrá a verla y de pasó traerá unas cosas que la madre de Eliot le enviará, sus trámites se van a alargar así que la pequeña se quedará otro tiempo con nosotros, cosa que es agradable, es una pequeña muy dulce y divertida, bastante ocurrente y los cachorros la adoran. Pareciera que siempre tiene algo que decir, y ese algo siempre quieres escucharlo.

Además, las cosas con Anna resultaron muy bien, ella y Antonia se agradaron, al igual que Julie y la hija de Anna, Molly. Por ese lado todo estará bien, al parecer

Por mi parte, las semanas anteriores estuve planeando algo, ahora que he encontrado la familia que no sabía que había perdido, quiero recuperar recuerdos, es decir, los que alguna vez debimos tener cuando éramos niños, cuando todo parecía tener un tono mucho más claro y brillante. Solo quiero recuperar el tiempo perdido con mis primos.

Así que los niños que alguna vez fuimos se van a conocer siendo adultos.

—¿No será mucha molestia si llevo a unos amigos más? —pregunté.

—Sabes que lo que sobran aquí son habitaciones, Jenny, además, te lo debo, hay muchas cosas que debí decirte. —Se lamenta, en su momento me he preguntado por qué ellos se quedaron callados, pero sé también que no es su asunto.

—No era tu asunto, tú no empezaste con las mentiras.

—Aun así, les debo una disculpa a ti y a los chicos.

—Habrá mucho tiempo cuando nos veamos. Llegaremos el viernes en la noche, estoy ansiosa por verlos.

—Nosotros también, Jenny, adiós. —Colgó. Gran parte de mi plan está en marcha, la verdad estoy muy nerviosa, solamente enviaría un mensaje al grupo diciendo que no hicieran planes este fin de semana y que estudiaran todo antes de irnos a nuestro lugar sorpresa.

—¿A dónde iremos el viernes por la noche? —Pregunta James entrando al departamento.

—¿A caso escuchas por las paredes? —Alcé una ceja.

—Respondeeeeee. —Negué con la cabeza. —No me gusta no saber.

—Tendrás que saber que es sorpresa. —Me encogí de hombros.

—Que prima tan odiosa eres. —Se quejó y le saqué la lengua.

—No le digas así a mi angelito. —¿Y a este quién le dio cuerda? Eliot llegó a la sala, desde la puerta principal, llegaba de ir a dejar a Julie con Anna. El chico miraba con los ojos entrecerrados a James, quien se incomodó y se fue a la universidad, cosa que también debí hacer.

—¿" Tu angelito"? —Me crucé de brazos, esperando su respuesta, sonrió y me dio un corto beso en los labios. —Eso no responde a mi pregunta.

—Pero te gustó. —Señaló, carcajeé sarcástica.

—No todo es fácil, Eliot. —Eso pareció desconcertarlo, bingo. Tomé mi mochila junto con mi chaqueta, palmeé su espalda. —Vamos.

Me siguió por el pasillo de nuestro piso, dudé un momento antes de subir al ascensor, me quedé quieta observando el botón para abrir la puerta, sentí sus dedos envolviendo los míos, no lo miré. Él presionó el botón, la puerta se abrió.

—Hagamos ejercicio. —Dijo, apretó suavemente mis manos y me guio por las escaleras.

Me llegó un mensaje a mi teléfono, era de Anna, una foto de Julie y Molly, estaban pintando sobre periódicos en el piso, ambas tenían delantales blancos llenos de manchas de pintura, se la mostré a Eliot, quien se emocionó y le mandó un mensaje de audio a Anna, agradeciéndole por todo lo que hace por Julie.