18. La Casa de los Recuerdos.

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—¿Nos dirás a dónde iremos? —Me interrogaron mis primos, ya irritados y fastidiados por no tener idea de mi plan.

—¿Es que ya no confían en mí?

—Las vendas en nuestros ojos no nos dejan confiar en ti, Jenny. —Refunfuñó Melissa, estoy segura que blanqueó los ojos, no me importa, se alegrarán mucho cuando vean a donde llegaremos.

Las clases han terminado, todos de milagro están listos, aunque no todos saben para qué, Antonia llegó en la madrugada, por ello Julie no fue a quedarse con Anna. Ambas me acompañaron al cementerio, claro que, siento una presión en el pecho durante las veces que he ido, desde que nos enteramos de todo, las acciones de mi papá de verdad me dejan pensando, no es la misma persona que me crio, es como si no existiera.

Pero lo que me importa ahora es recuperar el tiempo perdido con mis primos y ver como hablar con mi tía, me da vuelco el estómago cada vez que pienso en que debemos hablar, pronto hablaré con ella.

Los chicos están impacientes, se quedaron en el asiento trasero, ellos ya guardaron sus cosas en el maletero, los gemelos les pidieron prestado el auto a su mamá, por lo que iríamos en tres vehículos ¿Por qué?, bueno, Antonia llegó, obviamente ella también irá, quise invitarla para que se integrara más al nuevo grupo que estamos armando.

Pero, también irán Chase, Mariana y Sabrina, de mi parte podría verse de una forma cruel o retorcida, por juntarlos un fin de semana, sin embargo, esa no es mi intención, quiero que todos mis nuevos amigos y mi familia pasen un agradable fin de semana, lo que sí, fue difícil que el accediera a ir cuando le conté a quienes invité, las chicas aceptaron enseguida y así me ayudaron a convencerlo.

—¿Listas? —Les pregunté a Julie y Antonia.

—Ya casi, tía Jenny. —Respondió la pequeña guardando unos juguetes en su mochila. —Estoy lista.

—Entonces vámonos. —Apareció mi mejor amiga en el umbral de la puerta, nos saludamos y ella llevó a Julie con los demás, solo quedábamos Antonia y yo junto a los cachorros en el departamento.

—¿Jenny? —llamó Antonia, la miré.

—¿Qué pasa? —de pasó busqué a los cachorros y les coloqué sus arneses.

—Yo... —suspiró—, no creo que sea buena idea que vaya si va Chase. —señaló.

—Antonia, yo no sé que pasó entre ustedes dos, de seguro fue algo que les dolió a ambos, por como se miran y porque no quieres ir si va él. Puedo entenderlo, pero te mereces descansar un rato, donde vamos es un lugar precioso, pasarás tiempo con tu hija y amigos, después te volverás a ir y tendrás que correr haciendo tus trámites, el trabajo y para colmo, Eliot me dijo que también estás estudiando. —Bajó la mirada. —Además, ambos son adultos, y cualquier cosa yo me comprometo a traerte de vuelta si te sientes incómoda, ¿bueno?

Dudó antes de aceptar, se notaba que estaba nerviosa, pero en parte asumo que aceptó porque ya se lo había prometido a Julie y ella era la más entusiasmada con este viaje.

Revisé nuevamente si todo estaba en orden antes de salir y echarle llave al departamento, como no había nada fuera del orden, tomé mis cosas, Antonia me estaba esperando en el umbral de la puerta, tomó la correa de Megan y yo llevé a Joe, cerré la puerta y bajamos con los chicos. Cuando llegamos, Mariana Chase y Sabrina ya estaban ahí, todos nos saludamos.

—Muy bien, señoras y señores, la distribución será así: gemelos, Melissa, Eliot y yo en un vehículo, Asher, Lore, Antonia y Julie en otro auto, Chase, Mariana y Sabrina, ustedes juntos. Los cachorros con nosotros. ¡Andando! —Indiqué, todos asintieron y nos subimos a los vehículos, empezó nuestro viaje.

Aquí... Con 4 Idiotas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora