Temprano a la mañana llego al rancho Cadbury. Y su sorpresa fue grande cuando vio que quien los esperaba no era el viejo George, sino su preciosa nieta, Abby.
-Buenos días William!
-Buenos días señorita Cadbury.
-Creí que habíamos dejado las formalidades de lado- dijo con una sonrisa radiante.
-Creí que formaba parte de su actuación de ayer.
-Oh! No estará enojado, no? Fue solo una broma inocente. Se la hago a cada hombre que comienza a trabajar en el rancho. Ya sabe, para romper el hielo.
-No, no estoy enojado. Me dejo sorprendido cuando la vi salir vestida de vaquera. De hecho no la reconocí.
-Y eso es malo?
-Malo?
-Verme de vaquera…
-Por que seria malo?
-Algunos hombres creen que las mujeres no pueden hacer trabajo de rancho.
-No, no fue malo. De hecho me gusta mas una mujer que trabaje en el polvo que las que se preocupan exageradamente por su apariencia.
Abby no pudo evitar sonrojarse. Will lo noto, y le sorprendió lo mucho que le agrado.
-Emmm... tengo que mostrarte donde dormirás. Así te instalas y luego ya puedes empezar.
Caminaron en silencio hasta el cobertizo. Una vez adentro le mostro su cama y donde estaba casa cosa. Le explico los horarios de comida y el orden en que los peones se turnaban para cocinar y las demás labores.
-Pero miren quien nos visita!- un joven alegre se acerco a saludar a Abby con un sonoro beso en la mejilla. Ella lo saludo con una gran sonrisa.
-Hola ! Estaba mostrándole el lugar a William. Empieza hoy a trabajar con nosotros
La familiaridad con la que se trataban incomodo a Will, incluso le molesto, y eso lo desconcertó.
-Mucho gusto.-dijo el joven, y le extendió la mano. Will devolvió el saludo serio.
Una vez que se hubo instalado, volvió a encontrarse a Abby en el granero. Estaba juntando herramientas.
-Oh! Ya estas listo? Esta mañana necesito que me ayudes a reparar una valla del norte.
El viaje hasta la valla fue en silencio, solo roto por las indicaciones de Abby hacia donde ir. Cuando llegaron se encontraron con los alambres cortados.
-Ya no se que hacer con esto, la arregle como cuatro o cinco veces este ultimo año. Siempre vuelve a romperse, tal vez debamos cambiar todo el alambre de este sector.
-No creo que con cambiarlo arregles el problema-Will observaba cualquier reacción de la joven que indicara conocimiento de la razón por la que estaba roto el alambre.
-Que quieres decir?
-No se rompe por si solo. Este alambre esta cortado intencionalmente.
-Como te das cuenta de eso?-pregunto curiosa.
-Son cortes limpios. Todos a la misma altura.
-Oh! No me había percatado de eso! Por que alguien haría algo así?
-Para robar ganado- dijo observándola fijamente.
-Pero nunca nos falto nada, además casi no tenemos el ganado en esta zona.
-Tal vez no es a ustedes que le roban ganado.
-A quien entonces?
-Al vecino…-observo su reacción y lo único que vio fue confusión y sorpresa. Eso lo molesto, si pensaba descubrir todo el primer día de trabajo, estaba equivocado. Por lo menos Abby parecía demasiado honesta e inocente para estar robando su ganado.
-Si fuera así habría venido a vernos, no crees? Si a nosotros nos faltara ganado y encontrara la valla del vecino rota, iría a preguntar si al menos han visto algo.
-No todos usarían ese método.
-Tal vez… la arreglamos?
La fuerza y destreza de Will hizo el trabajo mas rápido. A Abby le sorprendió su habilidad. Y a Will le asusto lo mucho que disfruto de su compañía. Lo ultimo que necesitaba era sentirse atraído por la hermosa joven de pelo castaño y enormes ojos azules.
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Como toda una vaquera
Short StoryAlguien está robando su ganado. Sus vecinos son sospechosos. Sobre todo la bella joven que desaparece por las noches.