Una semana después de que todo se descubriera, Will seguía tratando de comunicarse con Abby. Había ido al rancho, la había llamado por teléfono y hasta le había enviado cartas. Resultaba irónico que ella hubiera querido hablar con el hacia dos semanas y el la rechazaba como ahora ella lo hacia con el.
Congo pasaba tiempo con el, pero no como antes. De vez en cuando lo veía correr hacia el rancho Cadbury. Extrañado, un día salió detrás de el.
Después de un rato llegaron al arroyo al que iba con Abby. Aunque un poco mas adentro. Se encontró con unas maderas puestas a conciencia atravesando el arroyo, sobre algunas piedras, a modo de puente, cuando desvió la vista encontró a Congo. Y a su lado una perra con tres cachorritos. Entendió donde estaba su compañero cada vez que desaparecía.
El ruido de un galope lo alerto. Se escondió detrás de un árbol y espero. El jinete desmonto y empezó a caminar por el “puente”, supuso que lo había pasado cuando escucho que caía con fuerza nuevamente sobre la tierra.
-Hola pequeña! Te traje algo de comida. Debes alimentarte para que estos pequeñajos crezcan fuertes y saludables. Hola a ti también, Congo! Lamento no haber venido este ultimo tiempo. Estuve algo ocupada en las noche. Estuve durmiendo aquí cerca una semana para atrapar a unos ladrones, y a que no saben?! Lo logre! Me lleve unos golpes, pero lo logre. Ahora me entere a quien pertenecen estas tierras, asique no creo que pueda seguir viniendo. Voy a extrañar mis paseos por la noche con ustedes. Puse un cartel en la tienda del pueblo, pero nadie respondió. Ya no se que hare con ustedes. Pronto me iré, y no podre cuidarlos. No se si el señor Mason estaría dispuesto a adoptarte a ti y a tus bebes. De cualquier manera no nos hablamos, asique tampoco puedo preguntarle. Voy a extrañarlos de verdad!
De modo que aquí venia por la noche. Por que no se lo había dicho? Entonces recordó la amenaza de su abuelo con respecto a los perros y las perreras y se le encogió el corazón. Ella había estado protegiendo a la familia de Congo, y el la había acusado. Comprendió que haría falta mucho mas que una disculpa para conseguir su perdón. Escucho que seguía hablando.
-…y no se que hacer, se que esta en su derecho de saberlo, pero después de como me estuvo tratando, no se como se lo tome…
De que hablaba?
-Que piensas? Tu le dijiste enseguida que estabas embarazada? Seguro se dio cuenta solo y ya no te abandono.
Embarazada? Abby no podía estar embarazada! Y entonces esa maldita voz en su cabeza, la misma que le había dicho que ella era la responsable del robo de su ganado, le dijo que el hijo que la joven esperaba no era suyo. No quería escucharla, pero termino haciéndolo, no le quedaba otra opción. Al fin y al cabo el se había cuidado, y no había manera de que la hubiera dejado embarazada. No lo pensó, su cuerpo y su boca actuaron por si solos. Salió de su escondite.
-Embarazada?
Abby se sorprendió al verlo y se quedo muda del susto y la impresión.
-De quien es?
-De que hablas?-logro preguntar
-No me tomes el pelo Abigail. De quien es el bebe que esperas?-esas palabras le dolieron mas que nada.
-Tu de quien crees?-cuestiono irónica.
-No lo se. Sino no preguntaría. Es de Bobby? Ese tipo siempre estaba detrás de ti.
-Eres un idiota. Lo sabes, verdad?
-De quien es?
-No tengo por que contestar a esa pregunta.
-DE QUIEN ES, ABIGAIL?
-TUYO! DE QUIEN MAS?!
-Eso es mentira, y lo sabes.
Abby no dijo nada mas. Salió corriendo para que él no lograra ver sus lagrimas y volvió a su casa.
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Como toda una vaquera
Short StoryAlguien está robando su ganado. Sus vecinos son sospechosos. Sobre todo la bella joven que desaparece por las noches.