Había pasado durmiendo a la intemperie una semana entera. Pero no desistió. Aunque el trato de Will hacia ella fuera nulo, no se rendía. Le dolía como la trataba, la había acusado de robar ganado sin pruebas, solo porque la había visto salir de noche.
El dolor dio paso al rencor. No quería escucharla y tampoco leía las notas y cartas que le dejaba. Una mañana la busco con el sobre cerrado en una mano y un encendedor en otro, y le dijo que nunca iba a escuchar sus mentiras. Que conocía a su tipo de mujeres, y quemo la carta en su cara. Otro día que ella intento hablarle le dijo que aunque ella no fuera la ladrona, igual la dejaría, era demasiado poco para él.
Lo que Abby no sabia era que el dolor hablaba por Will, y que sus palabras le dolían mas a el que a ella. Pero ante su desconocimiento, ella creyó cada palabra. Por lo que se prometió a si misma descubrir al ladrón para después marcharse para siempre del pueblo. Criaría a su hijo sola, y lejos del lugar que tanto dolor le causo.
Esa noche volvió a situarse donde siempre, cerca de la valla. La diferencia de esta noche con las de las que pasaron esa semana era que después de dos horas de estar tirada, vio unas luces apagarse en la carretera. Era un camión de transporte de ganado. No lo reconoció, por lo que no debía de ser del pueblo. Se apresuro a llamar a la policía.
-Emergencias, en que puedo ayudarle?
-Soy Abby Cadbury. Estoy en la valla norte del rancho de mi abuelo, a unos 300 o 400 metros de la carretera. Hay un camión de transporte de ganado estacionado, y creo que van a robar al rancho vecino.-susurro.
-Bien, señorita Cadbury. No se mueva. Un móvil esta en camino.
-De acuerdo. Apresúrense por favor!
Los minutos pasaban y Abby ya había visto que cortaban el alambre y comenzaban a subir las reses. Sabia que no faltaba mucho para que se fueran, y la policía aun no llegaba. Tenia que hacer algo. Ante el nerviosismo solo se le ocurrió una cosa. Confrontarlos.
-Eh, tu! Que crees que están haciendo?!
-Carajo, Rob! Dijiste que era seguro!
-Y lo es, idiota. Es solo una niñita.-se aclaro la garganta-que haces aquí cariño?
-Estaba esperándolos. La policía viene en camino.- a pesar de la oscuridad pudo ver la furia en la mirada del hombre al que habían llamado Rob.
-Niña estúpida! Quien te crees que eres!
-No soy una niña!
No lo vio venir, pero lo sintió impactar contra su mejilla. Un puño duro como el acero que fue seguido por otro en el abdomen. El tercero fue a su boca y luego se desato el caos.
Sirenas, luces, gritos, golpes. Casi no podía mantenerse despierta, pero escuchaba los gritos de la policía para apresar a los delincuentes. Fue consciente una ultima cosa. Un llamado. Al nuevo dueño del rancho vecino.
-Señor Mason?...tenemos a los ladrones… lo esperamos… si, justo ahí.
Will?
Y se desmayo.
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Como toda una vaquera
Historia CortaAlguien está robando su ganado. Sus vecinos son sospechosos. Sobre todo la bella joven que desaparece por las noches.