(Últimos capítulos)
Un par de pelinegros se encontraban sentados en un mueble de una modesta sala:
Entonces ya no conoceré a tu familia, decía con tristeza la pelinegra.
Por ahora no preciosa, decía Gokú dándole un beso en la mejilla mientras la apegaba a él.
¿Por qué?, dijo Milk.
No quiero qué te hagan sentir mal, a mi madre la llenaron de prejuicios contra ti y mi padre es un desgraciado a pesar que sabe que tú eres una gran chica trata de hacerte quedar mal ante mi madre, dijo Gokú.
Entiendo, ¿Y ahora qué haré', dijo Milk con tristeza.
¿A qué te refieres?, dijo Gokú sin comprender.
Prepare un pastel para la noche para llevárselo a tu madre, también me compre un elegante vestido con ayuda de Mai, para que tú mamá vea que también tengo gusto por la moda, decía Milk con tristeza.
No estés triste mi niña bella, el vestido te lo pondrás en la noche para tener una cena romántica los dos y el pastel podemos comerlo en esa cena, ¿qué te parece mi idea?, dijo Gokú dándole suaves besos en su rostro.
Perfecta, como todo lo que dices y haces, dijo Milk sonriendo.
Me encanta tu sonrisa, dijo Gokú sonriendo.
Y a mí la tuya, pero sabes más me encanta tu mirada, dijo Milk.
¿Mi mirada?, dijo Gokú sorprendido.
Cuando te miro y tú me miras me siento en el cielo. Tú mirada me trasmite tanta tranquilidad y seguridad, decía la pelinegra mientras Gokú acercaba su rostro para un dulce beso.
Mansión Saiya:
¿Entonces no me piensas aclarar lo que dijo Gokú?, decía molesta Gine.
No hay nada qué aclarar mujer, ese niño hablo lo que sea con tal de hacerme quedar mal contigo. Mejor pensemos en un plan para separarlo de esa cualquiera, decía Bardock con molestia.
Si tienes razón un hijo mío no puede casarse con alguien así, decía Gine preocupada.
Claro que no se casará mujer, no lo hará, dijo Bardock.
Horas después: "Casa Ox"
Yo estaré en mi habitación hija, me guardas una rebanada de ese pastel que se ve delicioso, decía el padre de la pelinegra antes de dirigirse a su habitación, dejando a la bella jovencita alistando la mesa donde había puesto un par de velas para darle el toque romántico a su cena.
Claro que te guardare pastel papito, decía la pelinegra mientras observaba su trabajo terminado
La pequeña mesa de su comedor lucía maravillosa, la pelinegra le había colocado un mantel rojo y un par de velas sobre un candelabro, el pastel de fresas que había preparado la pelinegra iba al centro de la mesa y un delicioso asado en una fuente para la cena, dos copas, cubiertos y servilletas y una suave bebida en una botella para el brindis.
Ya todo está listo, es hora de ir a listarme, pensó la bella jovencita viendo al fin terminado su trabajo.
Minutos después:
La pelinegra salía de su habitación con un hermoso vestido color rosa y zapatitos de tacón. Ella llevaba el cabello suelto y muy poco maquillaje, aún así lucía realmente bella.
La jovencita escucho el timbre y camino hacia la puerta al abrirla se encontró con atractivo prometido que al verla la miro embobado, el joven traía un ramo de rosas rojas que se las entrego a la pelinegra.
ESTÁS LEYENDO
"EL CIELO EN TU MIRADA"
RandomMilk Ox, debido a un problema familiar y para poder continuar con sus estudios, con ayuda de una amiga ingresa a trabajar en una de las agencias de damas de compañía más grande de su país, la cual se encargaba de brindar el servicio de las jovencita...