- No lo cojas – dice Clarke al ver a su ex en la pantalla.
- Tengo que hacerlo Clarke, es mi hermano, si no lo cojo...si no lo cojo me sentiré peor de lo que ya lo hago ahora – suspira, descolgando el teléfono, dejando a la rubia sin palabras – Hola Bell, ¿qué pasa? – un saludo de lo más normal, intentando disimular su incomodidad al estar segura del motivo de la llamada.
- Me ha dejado Lex, Clarke me ha dejado – su voz rota la destroza, escucha como solloza, como se seca las lágrimas con la mano.
- ¿Qué? ¿En serio? – Lexa mira a Clarke, ésta baja la mirada, ha escuchado lo mismo que ella, ha oído a Bellamy destrozado por su culpa.
- Sí, me ha dejado, me ha dicho que hay alguien más Lexa, que cree que le quiere como nunca antes ha querido a nadie...y yo no he podido hacer nada para evitarlo – la camarera abre los ojos de par en par y mira a Clarke, ¿la quiere? ¿la quiere como nunca antes ha querido a alguien? Esas palabras la pillan por sorpresa y por un momento deja de escuchar a su hermano al otro lado de la línea y solo puede mirarla a ella, su corazón se acelera, no por los nervios, si no por esa confesión que la acaba de dejar atónita.
Clarke levanta la mirada y la ve, ve su expresión de sorpresa y traga saliva fuertemente, no estaba prestando atención a las palabras de su ex por unos segundos sumida en sus propios pensamientos y por un segundo teme lo que Bellamy le haya dicho.
- Tienes que ayudarme Lexa, tienes que ayudarme a descubrir quién es esa persona, quiero saberlo – reacciona por fin al oír esas palabras, y nota como de golpe se le seca la garganta.
- Bell no me puedes pedir eso, yo no soy nadie, apenas nos conocemos y además, soy tu hermana, ¿cómo pretendes que lo averigüe? Ella no me lo va a decir nunca – las mentiras se han convertido en algo tan normal, que le salen con tanta naturalidad que la asusta.
- No lo sé, pero me harías un gran favor si lo haces, le caes bien, quizá contigo se abra más que conmigo y te lo cuente, hazte más amiga de ella, yo que sé.
- Bellamy por favor, deja de decir tonterías, soy tu hermana, ahora que no estáis juntos, no tengo por qué verla ¿no crees? – suelta Lexa algo exasperada, se está cansando de los desvaríos de su hermano, entiende que esté mal, pero pedirle eso...se le está yendo de las manos.
- Por favor hermanita, por favor... - suplica el escritor, Lexa nota la desesperación en su voz, y aunque no piense hacerlo, accede solo para reconfortar un poquito a su hermano.
- Está bien Bell, haré lo que esté en mis manos, pero no te prometo nada, lo mejor que puedes hacer ahora es descansar y dejar de pensar, no es tu culpa, la vida es así hermanito, son cosas que pasan, hay muchos peces en el mar, no es el fin del mundo – intenta animarlo, por una parte para hacerle sentir mejor a él, y por otra para hacerse sentir mejor a sí misma.
- Quizá tengas razón, pero de verdad pensé que esta vez sería la definitiva...la he querido tanto Lex, no puedes ni imaginarte lo increíble que es, con solo una mirada de esos increíbles ojos azules consigue hacer que te pierdas en ella, que sientas como todo tu cuerpo tiembla, y cuando te besa, ¡oh Dios cuando te besa! Te sientes la persona más afortunada del mundo porque te haya elegido a ti...y ahora todo eso será para otra persona...porque ya no me quiere a mí, quiere a otro...pero en fin hermanita, supongo que te haré caso, tendré que dejar que pase el tiempo...supongo que algún día podré olvidarla y superarlo.
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Adicción Prohibida
FanfictionLexa es camarera en una discoteca de ambiente en Nueva York, le encantan las mujeres e ir de cama en cama disfrutando de la vida y sobre todo del sexo sin ataduras. Su trabajo le permite conocer a todas las mujeres que quiere y su irresistible apari...