Adicción Prohibida

37. ¿Cuáles son tus intenciones?

Después del desafortunado comentario de Octavia, Clarke decide ignorarlo y se dirige a la pista junto a sus amigas. La música suena a todo volumen, y las cinco amigas empiezan a bailar animadamente entre risas y tragos, dejándose llevar por ella.

Al cabo de una media hora, las luces se apagan y un gran foco ilumina la cabina del DJ que se encuentra en la parte superior al lado de la sala VIP donde Clarke supone que sigue estando Lexa. Entre gritos y aplausos, Ruby Rose hace su entrada con los cascos ya puestos, y mientras saluda efusivamente a la gente asomándose, empieza a pinchar animando al público presente que sube el volumen de sus gritos entre saltos y bailoteos. Clarke, Octavia, Harper y Niylah no pueden evitar reírse al ver la cara de alucinada de Raven, que mira fijamente hacia la cabina, con la boca abierta, babeando.

-         ¡Dios que buena está! Y ese acento australiano...Por Dios... ¡Esto es mejor que en mis sueños! – exclama la latina sin dejar de mirar a lo alto – vamos a tener unos hijos increíblemente atractivos – las chicas vuelven a estallar en carcajadas al escucharla.

Mientras todas siguen mirando a Raven siguiendo el compás de la música con sus cuerpos, Clarke nota unas manos rodeando suavemente su cintura, entrelazándose alrededor de su abdomen, y el calor de un cuerpo muy conocido para ella pegándose sugerentemente a su espalda.

-         Como sigas moviéndote así, voy a necesitar un desfibrilador – susurra una erótica y suave voz acariciando su oído, provocando que casi pierda el equilibrio al notar como sus piernas flojean.

Sonríe de lado mordiéndose el labio al notar el cuerpo de Lexa completamente pegado al suyo, moviéndose al mismo ritmo que ella, rozándose lascivamente a cada movimiento.

-         Te he echado de menos – vuelve a susurrar, dándole un suave beso en el cuello.

Clarke se gira entre los brazos de Lexa sonriendo, entrelazando sus manos detrás de su nuca.

-         Hola – dice Clarke tímidamente mirándola a esos ojos verdes en los que no duda en perderse unos segundos.

-         Hola preciosa – se acerca lentamente a sus labios y posa los suyos sobre ellos, succionando su labio inferior en el beso – sabes a alcohol – susurra sobre sus labios, cerrando los ojos.

-         Oh Lexa yo...lo siento...no había pensado en eso...yo...

-         Tranquila Clarke, lo llevo mejor que bien, además, tus labios son una adicción de la que no pienso desengancharme – sonríe de esa manera tan seductora, derritiendo a la rubia – por cierto ¿no crees que tus amigas verán un poco mal que nos estemos besando? – pregunta algo preocupada mirándolas de reojo.

-         No te preocupes por ellas, tarde o temprano acabarían enterándose, así ya se lo cuento todo – le da otro beso sonriendo sobre sus labios, enredándose en su boca de nuevo en un cariñoso beso.

-         ¿Todo, todo? – pregunta moviendo las cejas con una pervertida sonrisa.

-         Lexa, Lexa, tienes que presentármela – grita Raven acercándose a ellas señalando a la actriz, interrumpiéndolas, haciendo que ambas se separen y la miren – Un momento... ¿Os estabais besando? – pregunta la latina poniendo una mano sobre su boca, mostrando su sorpresa, al escucharla, todas sus amigas se giran a mirarlas con los ojos bien abiertos – Griffin, creo que tienes mucho que contarnos, pero ahora no es lo más importante – la aparta, poniéndose en frente de la castaña – Tienes que presentármela ya Woods, no puedes privar a ese pivón de conocer a esta latina sabrosona, soy su futura esposa y tiene derecho a saberlo.

Lexa empieza a reírse y mira de reojo a Clarke, que se encoge de hombros regalándole una preciosa y brillante sonrisa.

-         Eso está hecho Raven – le guiña un ojo y se ve sorprendida por el fuerte abrazo que le da la latina, tirándose a sus brazos.