Adicción Prohibida

52. ¿En serio no ha pasado ni un mes?

-         Dime que por lo menos ya ha pasado un mes – Clarke se deja caer pesadamente en su enorme sofá, con un botellín de cerveza en la mano, dándole un largo trago en cuanto su espalda roza el respaldo.

-         Griffin, que cada puñetero día me preguntes si ya ha pasado un mes, no va a hacer que el tiempo pase más rápido – contesta Octavia exasperada, intentando que el bol de palomitas que sostiene no se le caiga al sentarse.

-         Eso rubia, que sepas que esta versión tuya de enamorada melancólica te está quitando todo el atractivo – Raven mete toda la zarpa en el bol mientras se sienta en el sofá y Octavia gira su rostro mirándola de manera amenazante, ya que por culpa de la latina unas cuantas palomitas se han caído sobre ella.

-         Es que joder, no pasan los dichosos días, os juro que se me están haciendo eternos, y cada vez la echo más de menos ¿en serio no ha pasado ni un mes? – Clarke resopla y vuelve a darle otro trago a su cerveza.

-         Lo que yo digo rubia, me estás dando una pereza...han pasado 15 días, a este paso te vas a volver loca – Raven se lleva el puño lleno de palomitas a la boca, haciendo que un montón no lleguen a entrar.

-         Joder Reyes, ten más cuidado, ¡que este sofá vale más que tu vida! – exclama Octavia dándole un golpe a la latina, provocando que ésta se atragante.

-         No sé para qué os invito, estaría mejor sola... - da otro trago, dejando la botella casi vacía.

-         Pues porque esta casa es demasiado grande para ti sola y nunca te ha gustado dormir sin compañía, además de que nuestra presencia te ayuda a combatir los días sin tu Sexy Woods – contesta Raven volviendo a arrebatar una buena cantidad de palomitas de las manos de Octavia.

-         Empiezo a dudar de ello... - Clarke sonríe de lado al ver la cara de amenaza de sus amigas, que la miran ofendidas, levantándose para ir a por otra cerveza.

-         Vamos alma en pena, una buena maratón de Los Juegos del Hambre contemplando a la tremenda Jennifer Lawrence en esta pedazo de televisión plasma que has comprado junto a tus mejores amigas es el mejor remedio para combatir la melancolía, tráeme otra cerveza a mí también anda – exclama Raven subiendo el tono para que Clarke la oiga desde la cocina.

-         Yo sí que tengo hambre, pero hambre de Lexa – Clarke se deja caer de nuevo sobre el sofá, alargando la mano para ofrecerle la cerveza a Raven.

-         Madre mía Clarke, la falta de sexo te está afectando al cerebro – exclama Octavia entre carcajadas.

-         Sois unas imbéciles, y no es eso, es que después de los 10 días que pasamos...es como que la necesito a mí lado más que nunca, echo de menos hasta escucharla llamarme idiota.

-         Creo que deberías ir al médico, lo que tienes se llama Lexadependencia, puede que sea grave – Raven pone una mano en su frente como si estuviera midiéndole la temperatura y suelta una fuerte carcajada tras su comentario, Octavia le sigue las risas, mientras Clarke las mira con el ceño fruncido apartando la mano de la latina, cogiendo unas cuantas palomitas completamente molesta, intentando ocupar su boca antes de soltar alguna que otra palabra ofensiva hacia sus queridas amigas – Sip, definitivamente necesitas una buena dosis de Jennifer Lawrence moviendo el culo y matando malos a cascoporro.

-         Pon la película antes de que la rubia nos asesine con su azul y amenazante mirada – Octavia le pasa el mando a Raven, y pone el play sin poder dejar de reírse.

-         Os odio – Clarke se cruza de brazos totalmente ofendida mirando hacia la televisión, intentando ignorar las risas de sus estúpidas e irritantes amigas.