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Capitulo 7

Shikamaru desvió la mirada de su hija y la posó en la madre de ésta. Era tal la rabia que emanaba, que Temari sintió como si la hubiese golpeado en pleno centro. Justo en su corazón.

-Creo que has conocido a Sadamu, Shikamaru san… nos casamos en un mes –le dijo con un hilo de voz en la boca.

Shikamaru volvió a mirar hacia su hija y trató de avanzar, pero la mano de Temari le retuvo.

-Acabamos de decirle y no lo ha tomado muy bien –le explicó la kunoichi.

-Eso lo noto –masculló el shinobi de la Hoja.

-No tenemos de qué preocuparnos –añadió Sadamu- ya se le pasará.

Shikamaru dirigió ahora su enojo contra el prometido de su mujer.

-¡Claro! ¿Tu experiencia como padre te lo dice, no? ¿ O simplemente es más cómodo para ustedes dejar la niña sola y confundida en la silla?

Temari le miró ofendida y se defendió.

-¿Cómo te atreves? Acabas de llegar a su vida y actúas como si supieras quién es ella o lo que necesita.

-No hay que ser un genio para saber que no se siente bien y que necesita apoyo y cariño. Tú, como madre experimentada, deberías estar con ella. De seguro tu novio entiende que tu responsabilidad primaria es con tu hija y no considerará inoportuno el que le dejes un momento para atenderle.

Temari intentó abofetearle, pero Sadamu la detuvo.

-Tranquila, mi amor. Es lógico que se sienta mal… -le susurró Sadamu al oído a Temari, quien aún mantenía la mirada fija en Shikamaru.

Sadamu tomó a Temari del mentón y la besó apasionadamente ante la mirada de repulsión del shinobi de la Hoja.

-Si, tranquila, Temari –se burló el Nara- sigue "atendiendo" a tu novio. Yo voy con la niña. –los celos lo estaban matando y decidió arremeter contra ella- Por cierto, Temari, estás muy equivocada en algo. Aunque no haya sido toda la vida, desde hace tres, que no me importa nada más que ella.

Shikamaru avanzó resuelto hacia donde estaba la niña, quien al verlo, corrió hacia sus brazos.

-¡Papá! –gritó desgarradoramente mientras avanzaba hacia su padre.

Shikamaru se colocó en cuclillas para recibirla y la abrazó fuertemente contra su pecho, ajeno a los cuatro ojos que le miraban sorprendidos.

Se levantó con ella y comenzó a caminar hacia la habitación de la niña.

-No te importa si me quedo con ella, Temari –preguntó sin mirarles a la cara.

Sin embargo, la rubia de las cuatro coletas, se encontraba aún inmersa en la palabra que había dicho su hija. Lo había llamado papá.

-Shikamaru, ¿desde cuando?

-Desde siempre, Temari –respondió aún dándole la espalda- ella lo supo siempre. No es posible ocultar lo obvio. Ella y yo somos dos en uno, recuerdas esa frase, ¿no?

Temari lo miró e hizo remembranza de aquel momento.

-Tú y yo hablaremos luego, Shikamaru.

Shikamaru sólo suspiro intranquilo y siguió su camino al cuarto de su hija con ella en brazos.

-No te preocupes, Temari. Ya se le pasará, Shikemari es una niña muy buena –dijo Sadamu tratando de tranquilizarla- sobre el padre, sólo olvídalo.

ShikaTema:La Hija Que Nunca Tuvimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora