capitulo 5

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En este capítulo se narrará la concepción de Shikemari, vista desde la soledad de ambos padres.

Fue dificil tomando el hecho de que los lemons que escribo son muy sensuales y sexuales. Aquí preferí el erotismo. Así creo no ofender el gusto de nadie. XD Por lo tanto, tuve que emplear palabras rebuscadas y artilugios que embellecieran el simple echo de hacer el amor XD

Si no gustan de este tipo de cosas, pueden leer el capítulo y detenerse en el párrafo que comienza con:

"La pasión...sentimiento que convierte el tiempo en nada..."

Disfruten de la lectura.

-Shikamaru ya es tarde y...

El ruido ensordecedor de tres platos en el piso hizo que la esposa del Kazekage se girara asustada.

En el suelo recogiendo los pedazos se encontraba la kunoichi de la Arena.

-Lo siento tanto, Matsuri san.

Matsuri trató de ayudar, más ella no se lo permitió. Primero por su torpeza, segundo para que no viera sus lágrimas. La joven esposa se dio cuenta del tono quejumbroso que había usado Temari en su voz y se alarmó. No la había visto llorar nunca y, por lo que escuchó, eso era exactamente lo que hacía.

Matsuri fue hasta la puerta de la cocina y la cerró con seguridad.

-Temari san...sólo somos usted y yo...no tiene porqué esconderse de mi, soy su amiga.

-¿Disculpa? ... No te preocupes, no pasa nada... Es sólo una reacción por el coraje con el niñito ese.

-Es un hombre muy atractivo, en verdad... es por eso que la niña es tan hermosa, se parece a los dos...Creí que su estado era porque quizás aún le amaras...y el verle aquí...bueno...no sé...

¿Qué si aún lo amaba? Que pregunta era esa. Desde que lo conoció y hasta el momento, ningún hombre era lo suficientemente bueno para ella, porque su mente lo comparaba automáticamente con el hombre que lo robó sus sueños.

-No...no es eso. Temo perder la niña, eso es todo -mintió con seguridad.

-¿Sabes? Ha causado revuelo su llegada a la Arena... -añadió la joven

-¿A qué te refieres con eso? -preguntó intranquila.

-Esta tarde llegué en el momento justo en que él salía de la tienda de Hiyo. Las muchachas no paraban de hablar sobre lo apuesto que es.

-Me imagino. Como dijiste es atractivo, joven y se viste como niño de Academia.

La kunoichi de la Arena rezongó intranquila. ¿Quién se creía que era para llegar vestido de esa manera? De seguro lo había hecho a propósito para provocarla.

-A pesar de todo lo que ha pasado...debo admitir que es un buen hombre. -Susurró Temari- El ver como ha actuado por el bien de la niña ha sido muy loable. Se ha mantenido ecuánime incluso conmigo a pesar de lo que he hecho. Ni siquiera me ha culpado, Matsuri...

Lo que Temari se negaba a admitir era el hecho de que el efecto de ese atuendo despreocupado y juvenil le hizo perder la cabeza desde el momento en que lo vio al lado de la niña. Hubiese preferido que se quedara sentado, pero ¡Kami! Se puso de pie en el momento en que empezaba a recobrarse de la impresión avasalladora del contraste de su melena negra y la camiseta.

Ese "niño" aún tenía la capacidad de hacerle perder la razón sin proponérselo.

Tuvo que hacer uso de toda la fortaleza de la que era capaz para sobrevivir sentada frente a él y no perderse en esa oscura mirada. Al levantarse y llevar los platos a la cocina, el esfuerzo era doble. Las rodillas le temblaban.¿Nervios? ¡Qué estupidez!

ShikaTema:La Hija Que Nunca Tuvimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora