ShikaTema:La Hija Que Nunca Tuvimos.

SE ACABO(capitulo 20)

Espero les guste, lo escribí con mucho amor.

"Hace diez años, un día como hoy, caluroso y árido, mis padres contrajeron matrimonio. Fue sencillo, íntimo e inolvidable. Fue la única ocasión a excepción de sus estancias fuera de la casa, en que vi a mi madre sin su inseparable abanico. Se veía más mujer y hermosa que nunca, con aquel kimono blanco con el símbolo Nara bordado en las espalda por las gentiles manos de mi abuela, las mismas que se convertían en hierro al momento de darnos una paliza a mi o a mis amigos.

Mi madre no llevó flores, ni corona. La sonrisa en su rostro fue el complemento perfecto con que adornó su naciente paz. La vi tan hermosa que comencé a llorar a mares a pesar de que estuve todo el tiempo en los brazos de mi abuelo. En realidad, entre mi abuela, Matsuri y yo formamos el coro de lágrimas que mi padre nombró "las lloronas problemáticas." Hubiésemos sido un buen cuarteto si mi tía Meiko no se hubiese hecho la fuerte delante de todos, intento fallido pues, en más de una ocasión, la ví enjugar una que otra lágrima molesta. A pesar de todo, nunca se separó del lado de mi tío Kankuro, quien se mantuvo imponente a la entrada del Templo Shinto de la Arena,para llevar del brazo, orgulloso al sentirse valorado al nivel de reemplazar a su padre. Y, lo que nunca hubiera creído, es que todo fue idea de mi padre. A partir de ese momento, se convirtieron en íntimos inseparables".

Mi madre era feliz, papá era feliz y yo también fui feliz..."

Estos pensamientos invadía la mente juvenil de la ahora hermosa mujer de 15 años. Shikemari jugaba con el plato del almuerzo que Thoru san les había preparado a su padre y a ella.

Hacía apenas unas semanas que se había dado cuenta de que quizás la vida no estaba pasando tal y como se lo había planeado. De ahí que sus pensamientos volaran continuamente hacia aquellos días en que se sintió inmensamente feliz.

Su familia ya no era la misma y el infierno de su vida había comenzó un año atrás.

Su padre siempre estaba demasiado ocupado siendo la mano derecha de dos hokages: uno increíblemente ingenuo y otro un poco pervertido, pero extremadamente celoso de su aldea y su gente. Recordaba bien que, cuando Kakashi san fue a hablar con su padre acerca de ser Hokage, su respuesta fue una sola: hay alguien quien desea esto más que yo. Para mí sería demasiado problemático, pese a que seguiré de cerca sus pasos: y es que, ese amigo, me inspira a seguirle." Tal y como lo predijo, sucedió. Naruto se convirtió en Hokage a muy temprana edad, al igual que el Cuarto. Sin embargo, esto implicó además que su padre se convirtiera en la mano derecha de su amigo.

Su madre, vivía una vida que no debería llamarse como tal. Pasaba con ellos dos semanas al mes, debiendo viajar tres día entre aldeas y la otra semana dedicada a sus ocupaciones políticas. Pasado el primer año, Shikamaru le había pedido que descansara un poco más y Temari lo tomó como una licencia para poder expandir su estancia en Suna. En estos días, eso implicaba una semana en Konoha, dos en Suna y seis días de viaje. Los días que pasaba en casa, solía dormir hasta tarde y al levantarse procuraba pasar el mayor tiempo posible junto a su hija y su esposo.

Estaba preocupada, por ellos y por ella. Su familia se derrumbaba cada día y no era por falta de amor, sino de tiempo. Lo peor de todo, es que su padre parecía haberse dado por vencido. El verle ansioso caminar en las noches por el pasillo de la casa las noches en que su madre no estaba, el arreglarse más de lo acostumbrado y el pedir días libres para quedarse en cama con ella cuando regresaba, eran actividades que habían pasado a un segundo plano. No era falta de amor, sino demasiada comprensión.