capitulo 18

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Dos días, seis horas y media, cuarenta y tres minutos, doce segundos...demasiado para Nara Shikamaru...

Aquel viento empujaba la arena hacia su cuerpo y el calor era tan sofocante que daba la impresión que los rayos del sol se incrustarían en su piel en cualquier momento.

Los hombres caminaban detrás de las mujeres quienes parecían no percatarse de su presencia. Shikamaru había comentado en diversas ocasiones que creía irracional el hecho de que dos personas pudiesen hablar por tanto tiempo sin cansarse. Su padre lo miraba con compasión. Su hijo ya era un adulto, pero aún le faltaba mucho camino por recorrer.

Shikemari, por su parte, viajó feliz en brazos de los cuatro acompañantes el primer día. El segundo, prefirió caminar un poco, pero la pereza le ganaba el juego y terminaba por no resistirse al calor de los brazos de la gente que la quería. El tercero, el cuerpo le dolía y lo que en un principio era un juego de sube y baja, ahora le parecía una tortura y se mostraba malcarada a todo quien se le ocurriese la genial idea de cargarla.

Nara Yoshiro creía al punto de estar casi segura de que Temari haría todo cuanto le dijese por mantener su hijo en la raya. Temari le dejaba creer que así era y se limitaba a asentir todo el tiempo. Conflictos con los suegros no era un buen punto, además de que resultaba problemático. ¡Mierda! Ahora hasta pensaba usando sus mismas palabras y todo le resultaba problemático.

-¿Crees poder hacer todo lo que te he dicho? En realidad, los Naras son unos completos inútiles si no tienen una mujer a su lado que les enderece –comentó convincente la mujer mayor.

Temari miró al camino antes de contestar. Tenían tres días viajando y ella aún no había puesto un "pero". Esa no era ella. Si bien debía llevar una relación tolerable, no se creía capaz de mantenerse oculta en la mentira.

-En realidad, yo creo que Shikamaru no necesita de mi guía, Yoshino san. –habló mostrando una tranquilidad de la que no se creía capaz- Más bien necesita mi compañía y con ella si podrá contar todo el tiempo que él lo desee.

Yoshino le miró extrañada y sus ojos mostrando un gesto de desaprobación -¿Qué quieres decir?

-Quiero decir que usted ha hecho un excelente trabajo con Shikamaru y que no necesitará de mi ayuda. –se explicó mostrándose más segura ahora que por fin podía expresar lo que sentía- Confío en su perspicacia y discernimiento. Y sé que, por amor a Shikemari, a ustedes y a mi, hará lo que crea correcto siempre.

Yoshiro sonrío.

-Es la primera vez que te oigo hablar como la mujer que esperaba para mi hijo...

Temari la miró sorprendida. Así que todo había sido una treta de la dama de hierro para conocer sus verdaderas intenciones. Masculló un "gracias" completamente sonrojada.

Yoshiro era una mujer inteligente, pero sobretodo astuta. Era bueno tenerla a su lado: en resumidas cuentas, aprendería muchísimo de ella. Mantener una relación de tantos años, con un hombre atractivo, inteligente, mujeriego y bebedor como su esposo no era tarea fácil. Al menos ella no tendría que lidiar con la última. No por ahora.

-Y yo acabo de reconocer que usted es todo lo que esperaba para mí.

Yoshiro la miró con extrañeza. Temari inmediatamente le sacó de dudas.

-Aprendí sola a ser quién soy. Mi madre murió cuando apenas tenía tres años y mi padre era Kazekage y su vida estaba centrada en proteger todos los aldeanos. Mis hermanos y yo no éramos tan importantes como para desligarle de sus obligaciones con todos, así que simplemente la vida nos ayudó a comprender lo que era correcto o no, analizando a los demás, mirando lo que hacían. Nuestro yo interno nos decía si ese hecho estaba bien o no. Así de simple –contestó aún con la mirada puesta en el camino- He tratado de ser una madre para la niña, pero aún me falta mucho por aprender y quiero hacerlo con usted.

ShikaTema:La Hija Que Nunca Tuvimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora