capitulo 12

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Kami sama!-exclamó Shikamaru al ver la cantidad de papeles que tenía encima de su escritorio.

Se rascó la cabeza en señal de abatimiento y miró a todos lados.

-¡Wao! Es muy grande tu oficina, papá –expresó la niña con admiración mirando hacia todos lados.

-Sí, claro, para tener más trabajo, supongo...-respondió sin poder ocultar lo fastidioso de su situación.

La oficina de su padre era grande, quizás el doble que la de su madre. Las paredes, estaban pintadas de un color verde ocre. Los ventanales en madera pulida le daban un aire de sobriedad al lugar.

-Te gusta mucho el verde papá.

-Sin lugar a dudas es mi color favorito –sonrió – el verde me recuerda a los prados húmedos del bosque de mi familia, además es tranquilo y reconfortante.

A la oficina de su padre le faltaba, definitivamente, la mano milagrosa de una mujer.

Shikemari estaba acostumbrada a la calidez de la oficina de su madre. Aunque era más pequeña, tenía las fotos de su familia, un Fukinagashi y un Neagari.

-Si quieres puedo ayudarte...

-Me ayudaría mucho el que te sentaras tranquila mientras trato de organizar estos documentos...no creo terminar en años.

La niña caminó resuelta hacia la pila de papeles haciendo caso omiso a la recomendación de su padre.

-¿Cómo deseas que lo ordene? ¿Alfabética o cronológicamente? –preguntó con naturalidad.

Shikamaru abrió la boca para opinar y se detuvo al recordar que la niña ayudaba a su madre desde pequeña.

-Pues pienso que...

-No tienes ni idea, ¿verdad, papá? –rió la niña de buena gana ante la incertidumbre de su padre- si lo ordenas por fechas es mejor, así tomas lo más viejo primero.

-Sí, creo que tienes razón y...

-Este que tengo en la mano, es de fecha igual al día en que te conocí, o sea, debe ser de los más viejos. Empieza por ese y yo ordeno los demás.

Shikamaru suspiró aliviado. Al parecer, su hija también había heredado esa forma sencilla de solucionar los problemas de su madre, sin darle muchas vueltas al asunto y yendo al grano.

La vio comenzar a organizar sus documentos muy seriamente. Ahora que la veía bien, Shikemari fruncía el ceño igual que su tío Gaara cuando hacía algo que ameritaba concentración.

-Empieza ya, papá o llegaremos tarde a cenar –sermoneó sin mirar a su padre- La abuela Yoshino se enoja y nos regaña.

-Hai...Hai...Mendokusai...

*.*.*.*.*

Shikemari bostezó frotando sus ojitos verdes en señal de sueño.

Shikamaru esbozó una sonrisa ¿Cómo podía ser tan descuidado? De seguro que la pequeña tenía hambre y sueño.

Hacia rato que no escuchaba el ir y venir de la gente en los pasillos, por lo que supuso que la noche había hecho su entrada triunfal.

Gracias a la niña, Shikamaru había terminado, en una tarde y parte de la noche, el trabajo que sin ella le hubiese tomado una semana completa realizar.

ShikaTema:La Hija Que Nunca Tuvimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora