Capítulo 5

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A la mañana siguiente me senté con Zed en el bus.
- Hola - dije con timidez.
- Ho-hola.
Zed se puso a dibujar.
- Es muy bonito - le dije.
Dibujaba los ojos de una chica que tenía alas.
- Gracias.
El viaje se hizo lo más cortante y frío del mundo. Quería llegar ya. Pero aún tenía otra clase con el, y a su lado, para rematar. Salí del bus con prisa pero me paré cuando Zed me llamó.
- Oye, ¿huyes de mi? - preguntó.
- ¿Qué? No. Sólo que... Noto distancia entre nosotros y no me siento cómoda.
Zed se acercó y me sonrío.
- No hay confianza entre nosotros. ¿Quieres hacerme alguna pregunta?
- Eh... Sí. ¿Por qué has venido aquí?
- Por estudios. - miró hacia otro lado como si estuviera mintiendo.
- Mientes. - asentí.
- Quizás. Ya he dicho que no hay confianza entre nosotros. Quizás ni me llamo Zed.
Frunci el ceño y él se rió. El timbre sonó para ir a clase y fui hacia mi taquilla.
- Hola tía, que guapa estás hoy. Dalía venía acompañada de Sergio y Axel.
- Oye Aure, ¿te vienes a la fiesta del viernes? - me preguntó Axel.
- Cuidado, no te acerques más de dos centímetros o te mato. - dijo Dalía.
- Eh... Y-yo...
- Sí. Irá. Vendrá conmigo - dijo Dalía abrazandome.
Sergio y Axel se fueron y yo me quedé discutiendo con Dalía.
- ¿En serio?
- Tranquila, sólo era para que te dejaran en paz. - dijo - Aunque quizás saber que Zed también asistirá te hace cambiar de opinión. - Me sonrió y se fue hacia clase.
En la hora del patio Zed vino con nosotros.
- Hola. ¿Tienes con quién hacer el trabajo de latín? - me preguntó.
- No, todav...
- Entonces ya lo tienes -no me dejó terminar la frase - p-perdón. ¿Quieres?
- ¿Me responderás a mis preguntas? - hice cara de interesante.
- Jajaja. Tiempo al tiempo Aure.
Sacó su blog de dibujo y empezó a dibujar tumbado en el césped.
- Tío, ¿vendrás a la fiesta del viernes? - le preguntó Cristian a Zed.
- ¡Es verdad! Tienes que venir, la hacen en los pisos de estudiantes. ¿Tú vives ahí no?
- Sí. Y... No soy muy de fiestas. - contestó Zed.
- Vengaaaa, no seas aburrido. Ya he convencido a Aure. - dijo Dalía.
Miré a Dalía y me volví hacia Zed.
- Sí, yo también voy. ¿Vienes?
Zed me miró y sonrío.
- No tengo plan mejor.

DISTRACCIONES | Sara FontestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora