Capítulo 9 - EL ASESINATO

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El lunes era el día que más rápido se me pasaba, las clases y los compañeros lo hacían todo más ameno. Pero a la hora del patio una serie de peleas se originaron.
- ¡Puta! - Isabella le gritaba a Noelia delante de todo el mundo.
Cristian la cogió y se la llevó a otro sitio.
- ¿Qué ha pasado? - pregunté.
- Según mis contactos Noelia y Cristian se besaron, y ella quiere empezar con él una relación.
- Ahm... ¿y? Quiero decir, ¿por qué la llama puta entonces?
- ¿Ya te empieza a cuadrar más lo que te dije ayer? Lo del beso.
- Sí...
Cuando Isabella volvió a aparecer el ambiente estaba tenso e incómodo.
- Oye tio, ¿qué ha pasado? - le preguntó Zed a Cristian.
- Nada, mi hermana que está idiota.
Zed me miró y susurró con los labios "hermana"

"Cuando podáis venid a mi casa por favor. Isabella... Mejor venid." -Cristian.
Dalía nos recogió a Zed y a mi y fuimos al piso de Isabella y Cristian, pero al llegar a la puerta una multitud de policías, periodistas y vecinos cotillas estaban ahí. Sacaron el cuerpo de alguien en una camilla envuelto por una bolsa de plástico negra y lo metieron en una ambulancia. Una pareja estaban llorando y los periodistas se lanzaban a ellos a pedir explicaciones. Salió Cristian llorando y dijo:
- Chicos. No sabemos que ha podido pasar. Alguien... Alguna persona retorcida ha matado a mi hermana. La han ahogado además de haberle pegado una paliza.
Dalía abrazó a Cristian, el que se puso a llorar aún más y Zed y yo ayudamos a que estuviera mejor. Cuando la gente se marchó fuimos a una cafetería ya que Cristian no quería estar en su casa.
- Cristian... ¿sabéis si alguien quería haceros daño? - pregunté.
- No... No que yo sepa.
Zed no dejaba de mirarme sospechosamente.
- Zed, ¿vamos a por dulces?
- Claro.
Zed y yo nos levantamos y fuimos al mostrador, pero antes, cansada de sus miradas le pregunté:
- ¿Qué te pasa? ¿Puedes dejar de comportarte así? -pregunté en tono molesto.
- Desde pequeño me han gustado los libros de asesinatos, y que justo que después de ver a Cristian besándose con su hermana y que se peleasen porque él ha besado a otra chica, cosa sin sentido, ella aparezca muerta en un piso en el que sólo están ellos dos.
- Zed, creo que esos libros te han absorbido la mente y que te estás pasando con Cristian. Si no le crees vete.
- No, mejor le preguntaré por qué se besaron. Quiero la verdad.
Zed volvió a la mesa enfadado y preguntó:
- Estoy harto de mentiras Cristian. En la fiesta te vi besándote con Isabella.
La cara de Cristian cambió totalmente y se le puso una de culpable.
- Zed... - respiró - vale. Todo tiene una explicación.
- Pues cuentala y que no sea mentira o iré a la policía ahora mismo.
Le hice un gesto a Zed de que dejase de comportarse de esa forma. Nos sentamos y esperamos a que Cristian empezase a hablar.

DISTRACCIONES | Sara FontestadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora