Capítulo IV
Nuevamente la semana empieza con dolores de cabeza. Resaca, exámenes, peleas y mi tonta familia.
Desperté sintiendo una brisa fría, otra vez olvide la ventana abierta. Fui directo al baño, lavo mis dientes, una ducha calentita y...
—No puede ser —murmuré viéndome en el espejo —. Soy un puto desastre —unas ojeras que me llegaban hasta los tobillos inundaban en mi rostro. Las deje estar, no me importa llevarlas. Me delineé los ojos y listo.
Bajé por mi desayuno y me encontré a una Courtney discutiendo con su madre, otra vez.
—Court no puedes traer a cualquier crío a esta casa y dejarla que se quede más de tres semanas —dijo molesta.
—Ella es mi mejor amiga, no cualquiera —contraatacó mi amiga.
—No me impor... —fue interrumpida por mi sonoro carraspeo. La fulmine con la mirada, di media vuelta y subí al cuarto de hospedes en el que me he estado quedando.
Tomé todas mis cosas y me largué.—¡Nancy! —escuché cómo mi amiga me llamaba desde su puerta, ya lo suficientemente lejos de mí.
La mamá de Court fue muy buena al dejarme quedarme allí, pero cada vez que se dirigía a mi persona lo hacia con desprecio y asco. Estoy agradecida de ella pero mi paciencia no llega tan lejos como para soportarla aun más.
Las 6:13 a.m. ¿Ahora a dónde diablos voy? Mi casa ni en un millón de años. A lo de Lucia, ni cuando el infierno se congele. Eddie no, hace muy poco murió el hermano de su padre, estar ahí seria incomodo. Iré con hermosa sonrisa Bates, lo sé yo también me sorprendí de su apellido. Espero no conocerlo lo suficiente como para descubrir que está loco, y con una psicosis. Para mi buena suerte vive cerca, para su conveniencia, unas seis cuadras de la casa de Courtney.
Cuando llegué una señora de unos ochenta y pico, un poco demacrada, abrió la puerta, seguro debe ser su abuela. Me recibió de bata y una cara de pocos amigos, la entiendo si a mí me llegan a despertar a estas horas de la madrugada estaría peor.
—¿Qué necesita joven? —me preguntó amablemente a pesar de su ceño fruncido.
—Umm... Hola —sonreí tímida —, estaba buscan... —nerviosamente le hablaba, pero fui interrumpida por un chico o más bien, una muy linda y cálida sonrisa.
—Abuela entrá, hace frío, además sabes que no podes salir —su supuesta abuela estaba por contestarle, su enojo era evidente, pero el sigue hablando —no te preocupes es amiga mía.
Mientras que ellos se matan con las miradas, ella entra saliendo del umbral, yo miro la situación incómoda.
Eso fue extraño.
—Hola Jimmy —sonreí mostrando mi hilera de dientes.
—Nancy, aunque me alegra saber que me estés visitando, no entiendo que haces en mi casa a las —mira su reloj de mano —seis y veinte de la mañana —me mira confundido.
—Es que... —¿Cómo decirle a alguien que conozco hace muy poco, pero que me gusta, aunque es el novio de mi mejor amiga, que me acoja en su casa con su tierna abuela, cuando a mí se me conoce por ser toda una drogadicta? —Como sabes, cuándo te conocí yo estaba viviendo en la casa de Court —él asiente —, pues bueno... —juego con mis dedos, evitando su mirada. Y todo lo que dije a continuación, lo dije más rápido de lo que mi lengua me fuera capaz —. La madre ya no aguantaba mi presencia y me echó, bueno técnicamente yo me fui porque quería, pero escuché que decía que no me quería mas ahí, o al menos vivir. Entonces me preguntaba si ¿me podría quedar aquí? —me quedé sin aire después de a verlo dicho.
![](https://img.wattpad.com/cover/85851455-288-k333418.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Piedad © #AquaAwards2017
Teen FictionMi mundo siempre fue gris pero al ver esos hermosos ojos azules, todo se tornó negro. La oscuridad inundó toda mi existencia junto con la decepción de saber quién la envió hacia mí. La venganza es un plato que se sirve frío.