Piedad © #AquaAwards2017

Reencuentros.

Capítulo VI

Cuando mi madre se embarazó por primera vez, tenia solo diecisiete años. Eso fue hace treinta años, pero los tiempos eran distintos, mi madre era distinta.
Embarazarse del yonki del barrio no es algo muy bien visto, pero a ella no le importó. No le importó querer abortar.
No se confundan, Lucia tiene veintisiete.
Si creen que mi madre ahora no es una gran influencia, no se imaginan lo que era de adolescente. Con el tiempo fue cambiando, pero cuándo papá se fue o murió o lo que mierda le haya pasado, volvió a ser la misma, solo que una versión con arrugas.
Pues sí, tengo un hermano o hermana muerto no desarrollado.
Si creen que hay gente estúpida, bueno deben conocer a mi madre. Estuvo una sola noche con mi padre, estando ebrios y drogados, y a la semana se enteró que el horno lo tenia lleno de humo. Ni siquiera se acordaban de sus nombres. Mi abuela, se ve que era una muy estricta demócrata que no aceptaba el hecho de que ni siquiera haya terminado la secundaria y ya estaba embarazada, porque la echó de casa. Según se, fue a casa de un amigo y con dinero, que robó de una tienda, fue a una clínica y se lo quitó. Así se sencillo es como los problemas de una noche de pasión, que seguro no recuerda, se resuelven.
Dos años después ellos se vuelven a reencontrar, siendo los mismos imbéciles de antes y el bombo se vuelve a llenar. Mi madre estaba enamorada del yonki de mi padre, entonces decidió criar a su 'bendición' a los diecinueve casi veinte años.
¿De qué y dónde vivían? En un barrio de mala muerte en un cuartucho de motel, que olía a orina y moho. —"Una gran experiencia" —palabras de la lunática de mi madre. Se sustentaban de un trabajo de mi padre en un kiosco y a veces robando.
Cuando mi hermana cumplió cuatro años, Carlos, mi padre, encontró un trabajo decente en una tienducha de empeño y mi madre uno de medio tiempo en un súper mercado. En ese tiempo, Guillermo tenía meces o un año. Creo que él fue por quién decidieron "sentar cabeza", entre comillas porque aún seguían drogándose. Estaban atareados pero una buena dosis de heroína los calmaba. Fíjense que manera tan ejemplar de criar dos niños.
Seis años después, aparecí yo. Se ve que era demasiada carga para Carlos porque para cuando cumplí tres años, no supe más de él. Nada de nada. Solo mi madre sabrá. Irónicamente ella siempre habla de no terminar como él, cuando ella también se drogaba. La diferencia es que lo dejó cuando nací y no era tan constante como con mi padre.
Los puntos claves de que mi hermano está muerto, es porque mis padres eran y son unos irresponsables drogadictos de mierda. Otro, no tenían apoyo de amigos. También porque la familia de mi madre la abandonó, con una gran razón, y los de Carlos aparecieron cuando él se fue. No tenían razonamiento y dejaron la educación. Tampoco, dinero que los sustentaron de buena manera.
Sally, tiene familia. Los conozco y sé que jamás la abandonaría. Sin contar el hecho que están forrados en dinero. Amigos les sobra, tal vez algunos la abandonen en las malas. Pero Eddie y Court estoy segura que jamas la dejarán. Estoy yo, que aunque estuvimos sin hablar, no pienso dejarlo sola en esto, ella confía en mi, lo sé.
Sally no es una descontrolada drogadicta y aunque la situación haga parecer lo contrario, ella es responsable. Estudia como ninguno, hace lo debido. Tiene a Mike, no están juntos, por razón que voy a averiguar, pero él está enamorado de ella. Se le nota de pies a cabeza. No sé que va a ocurrir de hoy a mañana o de hoy a nueve meces, pero ella no va a estar sola en esto y no tendrá que recurrir a lo de mi madre. Y si tiene a su hijo, sé que lo criara con amor incondicional y puro.

A pesar de todo, seguía sin poder moverme, noticias como estas no se escuchan todos los días. Pasó, al menos, un minuto en donde solo la miraba seria y con ceño fruncido.

La mesera apreció y dejo dos tasas de Chocolate Caliente y las magdalenas, que sinceramente, me las comería ahora mismo.
Hay personas a las que se le va el hambre, a mi todo lo contrario. Me como todo a mi paso cuando hay signo de nerviosismo.

Sally me miraba apenada esperando que reaccione mientras que la mesera sin preguntar, cosa que agradezco, se retira. Aun la seguía mirando fijamente en mi misma posición, una exageración, pero no puedo reaccionar.