Protegerte Es Mi Deber /MARICHAT/

17. Pensando adelante

Marinette

Dejé mi celular sobre el escritorio cargándose. Me senté en la silla y le sonreí.

- ¿Cómo así por aquí?-

- Solo vine a verte- me respondió. Me tomó de las manos para levantarme y me dió un beso.

- ¿A qué hora vendrá tu abuela el Sabado?-

- A las siete estaremos en el aereopuerto esperándola-

- Los acompañaré- dijo firme.

Nos sentamos en mi cama, y me apoyé en su hombro. Todo estaba en silencio, pero no uno incómodo, sino uno tranquilo, de esos que te dicen que todo esta bien. Pero algo me molestaba. Y era sobre Ladybug. No sabía porque aún no le decía. Talvez ese era el momento. No creía que nada malo podría pasar. Mi vista cambió hacia el anillo de Chat. Tomé su mano para observarlo mejor.

Completamente negro a excepción de la patita verde. Las luces que daban esa forma parecían pequeñas esmeraldas. Puse mis dedos sobre la joya. Lo mire a Chat, pero el tenía los ojos cerrados.

- ¿Puedo?- pregunté. Él los abrió y miró a su miraculous.

- Claro- respondió. Saqué la joya con cuidado y cuando estuvo fuera, se destransformó, y un kwami salió del anillo.

- Queso- fue lo que dijo.
Adrien rodó los ojos y sacó un pedazo de queso de su camisa.

- ¿Cómo te llamas?- le pregunté.

- Plagg, y tu debes ser Marinette- yo asentí. Cogió el queso y se fue volando a otro lugar.

Mi atención volvió al anillo. Se tornó blanco, como siempre se lo veía en su forma civil. Me lo puse en mi dedo anular. Me reí al ver que me quedaba grande y sencillamente se podía caer. Tendría que ponerle una cadena y usarlo como collar. Volví a tomar su mano y la puse sobre la mía.

- Tus manos son pequeñas- lo escuché decir.

- Eso es porque las tuyas son grandes- dije entregándole el anillo.

Él se lo volvió a poner y entramos de nuevo en silencio. Pero mi mente no me dejaba en paz.

- Adrien- el volteo su cabeza para verme.

- Dime-

- Tengo que decirte un... ¿secreto?- inicié.

- Bueno, yo..., yo soy Ladybug- revelé. Él solo abrió grande los ojos. En ese momento, apareció Tikki, como si hubiera leído mi mente.

- Hola Adrien, soy Tikki- lo saludó con una sonrisa, que Adrien le devolvió.

- Hola, segura eres más simpática que Plagg-

- La verdad es que no entiendo como puedes ser tan ciego- irrumpió Plagg, que voló a lado de Tikki.

- ¿Tu lo sabías?- cuestionó Adrien.

- Era más que obvio, niño. Con ella lo entiendo, te cambiabas el peinado y tus ojos de forma, pero ella, por favor, mismo peinado, mismos ojos, ¡Se sienta atrás tuyo todos los días y no notabas las similitudes más obvias! Toda la ciudad esta ciega, jamás nos igualaran- empezó a burlarse. No pude evitar unirme a su risa, y pude notar un sonrojo de Adrien, probablemente, de verguenza.

- Eso no es...- dijo pero se interrumpí y callo.

- ¿Tengo o no la razón?- pregunto Plagg pero mi novio no dijo nada.
- Eso creí. Humanos... tan estúpidos-

- Bueno, el punto es que Marinette es la misma chica de la que estuve enamorado antes, significa que más sorprendente no puede ser- habló rodeándome con su brazo. Plagg rodo los ojos y se fue con Tikki.