Broken Pieces. [Trillie]

Capítulo 9

Billie.

Me levanto temprano, hoy tengo que trabajar. Hace unos días mi madre salió del Hospital, no se encuentra del todo bien pero ya puede volver a casa.

Desde entonces no he visto a Tré, he pensado en ir al Hospital, pero sería muy apresurado. Y tal vez él ya se encuentre en su casa.

Salgode mi habitación hacia la de mi madre, ella se levanta más tarde, y mi tía vendrá a cuidarla, ya que su espalda no se recuperó del todo.

La veo durmiendo, me acerco a ella y beso su mejilla, sin hacer que se despierte. Salgo de allí y me dirijo al living.

Las llaves están en la mesa, las tomo y salgo con mi chaqueta de cuero puesta. Iré al trabajo caminando, hace frío pero la chaqueta me abriga un poco.

Suelo desayunar en mi trabajo, junto a los demás. Tomo el atajo que me lleva a la cafetería y ya dentro, comienzo a ponerme el uniforme.

Hoy es viernes por la mañana, hoy trabajo hasta luego del mediodía, tambien almuerzo allí.

La cafetería "Coffee & Romance" no es muy visitada a tempranas horas de la mañana, pasadas las nueve de la mañana una oleada de clientes llena el lugar.

Ya con mi uniforme puesto me siento en el mostrador a esperar, Mike está junto a mí, ambos trabajabamos en lo mismo. Luego de minutos de largas charlas y un buen desayuno con mi mejor amigo la puerta se abre, dandole paso a un chico cabisbajo, lo observo detenidamente, lo reconozco.

Es Frank.

Se adentra hacia una de las mesas del fondo, prestando atención a nada más que a la decoración del lugar.

Me levanto rápido de mi asiento, mirando a Mike, que copia mi acción.

—Yo lo atiendo —me apresuro a decir, tomo la libreta de la gran mesada y me dirijo a Tré.

Sigue con su vista hacia todo el lugar, me acerco más a él, y sin percatarse de mi presencia decido hablar.

—Buenos días. —Voltea su vista hacia mí, con una hermosa sonrisa en sus labios.

—Buenos días, Billie. —Se acomoda en su asiento, aún sin despegar su vista de mis ojos.

—¿Qué se le ofrece para desayunar? —pregunto, sonando formal. Suelta una carcajada, seguro por mi acto.

—Chocolate caliente y... —duda por unos instantes— una medialuna de jamón y queso —finaliza, sonriendo.

Saco una lapicera de mi bolsillo y anoto su orden en la libreta.

—En minútos traeré su orden —digo, sonrío y salgo hacia el mostrador.

Dejo la orden en la ventana que da a la cocina y vuelvo mi vista a Tré, me siento junto a Mike sin despegar la vista de él.

—¿Qué pasa, hermano? —pregunta Mike. Volteo a verlo, tiene una sonrisa divertida en sus labios.

—Nada, ¿porqué lo dices? —Vuelvo mi vista a Frank, quien mira por la ventana hacia el gran patio de la cafetería.

—Te noto extraño, ¿será por ese chico? —pregunta. Volteo a verlo y me mira pícaro.

—No jodas, Michael —digo, tratando de sonar serio.

—Conozco esa mirada, Billie Joe —suelta una risita—. Estás enamorado —murmura cerca de mi oído. Abro mis ojos, asombrado.

—Cállate, idiota. —Bajo mi cabeza avergonzado. Siento que mis mejillas se tornan de color. ¡Hace tiempo que no sucedía!