Cutter

Amor=Mentira

Es febrero y justo es el día de los enamorados, un mes muy rosa para mi gusto, lo odio por completo. Suspiro mirando la calle en donde estoy, todo es referente a eso.
-Un día como hoy...
Al llegar a mi facultad el ambiente es pesado. Los chicos están expectantes esperando con ansias los chocolates de sus novias o esperando los chocolates de declaración, típicos en este día. Mientras las chicas se ven nerviosas.
Estoy en mi primer año de facultad en la Universidad y no puedo creer que aún actúen como niños. Aunque... Yo mismo era así antes... Antes de que todo se volviera gris y monótono.
Mis clases comienzan pero no logró estar 100% concentrado solo quiero volver a casa y encerrarme en mi cuarto. La suerte de tener un hermano mayor con 7 años de diferencia que es soltero pero con un excelente empleo. Gracias a eso pude salir de nuestro pueblo natal y venir aquí a Tokio para esca... es decir, estudiar.
-Tanaka el profesor te llama.
-gracias.
Joder... Debe ser por lo del trabajo, de seguro no le gustó mi punto de vista sincero y directo sobre estas fechas. Ese profesor es un amante de lo absurdo. Estudio para ser editor, amo leer libros interesantes y mi aspiración es participar en la creación de estoy pero; si sigo teniendo diferencias con este profesor por cada cosa, siento que nunca voy a poder cumplir mi objetivo. Tal vez sólo deba escribir de forma ridícula para complacer a ese estúpido profesor cursi.
Luego de un extenuante sermón cursi y meloso sobre lo importante que es el amor para todos. Salí del despacho, buscando en el campus un lugar tranquilo y solitario.
-Necesito liberar estrés.
Sentándome detrás de unos arbustos recojo la manga de mi brazo izquierdo, siempre llegó mangas largas para que la gente no vea mis brazos. Saco del bolsillo de mi pantalon un pequeño cutter y comienzo. Dejo que el afilado y frío metal entra en mi piel provocando una sensación de aceleración en mi respiración y en mi pecho. El dolor, el picor y el hermoso líquido carmesí comienzan aflorar en mi piel; retiro el cutter y siento como todo se difumina, las cosas que me fastidian simplemente dejan de existir en este momen...
-¡Qué estás haciendo!
Una voz me obliga a palpar la realidad de nuevo obligándome a voltear. Un chico de cabello rojizo, ojos ámbar ¿Será mestizo?... Toma con urgencia mi brazo y saca de su maleta un pequeño quite de emergencias comenzando curar mi brazo.
-¿A caso estudias para doctor o algo así?
-Sí
-mm.... Pues te va como anillo al dedo- digo al ver ya vendado mi brazo- bueno me tengo que ir.
Me levanto, si me tomo mucho tiempo afuera de seguro me encontraré con escenas disgustantes.
-Espera- me toma del hombro deteniendo.
-ah, es verdad, gracias por curarme.
Hago una reverencia muy formal y me voy lo más rápido que puedo.
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La mañana siguiente como era de esperarse hay muchas parejas acarameladas a la vista. En este momento estoy en la cafetería ya que no tuve clases la primera hora. Las parejas formadas en este momento seguro se creen que están enamorados y que nunca se separaran pero, esto es sólo algo que ocurrió en un día festivo es decir, no durará. Es lo único divertido y mi hobby por excelencia, ver como se marchita ese supuesto amor. La mentira más grande del mundo.

-Eres tú- volteó al escuchar esa voz- que coincidencia.
Es el pelirrojo de ayer, quien se sienta frente mío  sorprendiendo a sus acompañantes, un grupo de chicos y chicas parece ser que es popular.
-Ustedes adelantensen luego les sigo.
Con algo de inconformidad el grupo se aleja parecer que traje la atención de alguien molesto.
-y ¿Qué se te ofrece?.
Me miro por unos segundos, tal vez mi forma seca de ser le incordio.
-Soy Izumi Osaka de segundo año en la Facultad de Medicina.
Así que es un sempai
-Hiro Tanaka de primer año en la Facultad de Literatura.
-Eso quiere decir que soy tu separó tendr...
-Ni por todo el dinero de mundo usaré honoríficos para hablarte.
-que frío eres Hiro-chan
-Por favor no uses el «chan»
Este tipo es un pesado, me levante, mejor me alejo de él.
-Si me disculpas, ya termine aquí.
-¡Hiro-chan!
Volteó con la intención de fulminarlo con la mirada pero, soy sorprendido por una mirada melancólica y una sonrisa.
-Nos veremos luego.
-como sea- respondo sintiéndome extraño por su forma de verme.
Dios, creo que me he topado con alguien que es realmente molesto.