Epifanía

11 1 1
                                    

Dado a las circunstancias tuve que enviar un mensaje a mi hermano para informarle que dormiria afuera, luego de lo cual apague el celular para evitar sus insistentes llamadas. Es muy seguro que me tendré que enfrentar a un interrogatorio.... De solo pensarlo tengo ganas de usar el cutter, pero eso tendrá q que ser después; justo ahora tengo un gran problema enfrente. Después de nuestra charla las cosas se pusieron incómodas entre Izumi y yo, siento que le he lastimado con mis palabras. Es porque no soy sincero con él, y aún así le estoy exigiendo ser sincero conmigo.

¡Dios, odio mi conciencia! ¡Y odio ser tan consciente de mis nuevos sentimientos! Esto no es fácil, pero si quiero que deje de poner ese rostro ¡Debo hacerlo!.

Justo ahora él está preparando la cena y yo estoy aquí en el recibidor. No pude moverme, siento que si lo hago podría encontrarme en una situación peligrosa.
-Ya puedes venir a la mesa.

Me tenso al escuchar su voz; suena neutral, como si le hubieran quitado su espíritu. Eso aumenta mi malestar, me levanto dirigiéndome al comedor donde hay una mesa para 6 personas. Puso los cubiertos en la cabecera del extremo derecho, uno al lado izquierdo y el otro al lado derecho. Pareciera que lo hubiera hecho de tal manera, que mantengamos el espacio entre ambos. Me siento en el lado izquierdo, una ves servido todo él toma asiento, su rostro no nuestra expresión alguna lo que vuelve el asunto más serio. Es la primera vez que le veo tan... ¿Extraño?

Comenzamos a comer sin mirarnos, o al menos él no lo hace. ¿Me sentiría mejor si me insultara o golpeara? No lo sé, lo único que entiendo, es que no me gusta está situación por ende; debo arreglarlo. Tomo todo el valor que tengo, trato de organizar las ideas para ver como sería la mejor manera para iniciar esto y finalmente; respiro hondo hago puño mis manos y le miro.
-Izumi quiero que me escuches -sus ojo ámbar me miran con interés- yo... -busco en mi bolsillo y saco el cutter poniéndolo en la mesa- consideró que mis sentimientos por ti son algo a lo que simplemente no puedo renegar. Por eso, es necesario que sea honesto contigo. Una vez preguntaste ¿Porqué? ¿Recuerdas lo que te dije?
- que era para mantenerte despierto.

Me respondo sin mostrar emoción, supongo que no me creyó y sigue sin creerlo. Quizas en aquella ocasión fue indulgente.

-Y es así, el cutter me ayuda a mantenerme consciente. El estrés, la ansiedad, el miedo, entre otras cosas originan un sueño profundo en mi y...
-¿Un sueño?- me mira como si no creyera en mi.
-Suspiro- El día en que bostece luego quedé inconciente ¿Verdad?

Sus ojos se iluminaron tras escuchar lo que dije, como si algo hiciera clic en su mente.
-Entonces, en verdad -afirme con mi cabeza- ¿Por qué?
-... Esto es algo que nunca le he dicho a nadie -me mordi el labio- Yo...-puedo sentir mi corazón acelerarse- mate a alguien.

Él me quedo mirando inmóvil, incrédulo y sin poder articular palabra alguna.

-yo, mate a Hiro -Ahora me mira con confusión- deja que te explique. Antes, este cuerpo estuvo en coma por al rededor de dos años inducido por el Hiro de ese entonces. Los doctores no entendían el por qué de aquel suceso, clasificando lo como enigma médico. Sin embargo, los padres de Hiro no se dieron por vencidos e hicieron de todo para despertarlo pero; él se negó hacerlo. No es que Hiro fuera cobarde o algo así, él siempre fue una persona positiva, carismática, alegré y amaba profundamente. -No pude evitar sentirme molesto- El amor -Buffe- fue eso lo que lo provocó. No sé bien los detalles solo tengo vestigios de memoria borrosas, así que no sé bien que fue lo que sucedió... -Hago puño mis manos, me siento frustrado.

-sigue por favor- Puedo ver en su expresión que trata de comprender todo lo que le digo, eso me hace sentir de alguna manera tranquilo.

-En la soledad de la oscuridad de su mente, como si fuera un sueño, él deseo su muerte. Aún así no podía irse por si solo, fue ahí cuando nací... Me hizo matarlo...

No me gusta hablar de esto, no es porque tema a que me tachen de loco sino... Porque es doloroso recordarlo, ver como sonreía y lloraba al mismo tiempo.

-Sus últimas palabras, fue «Lo siento» - hice una mueca de dolor al recordarlo- Su cuerpo sufrió un infarto y aún sufre las consecuencias, no puedo evitar que ciertas emociones me superen provocando que quiera entrar en coma de nuevo -Sonrió amargo- después de todo no soy el usuario real, soy un simple verdugo que perdió su propósito después de que él se fuera. Por eso odiaba la idea de enamorarme -lo miro- ¡y mirame! Me enamoré, y tengo miedo... Soy como él ya que me originó de él, por eso a veces me doy la pequeña epifanía de pensar que soy él.... -agachó la mirada sintiendo el miedo hacer estragos en mi- Temo terminar como él.

El lugar se volvió muy silencioso tanto que, siento que podría morir por la ansiedad, me pica la piel de mis brazos. Veo el cutter en la mesa, tengo ganas de coge...

-Justo ahora quieres hacerlo ¿No?

Su voz suena sería, no sé si me habrá creído, alzó la mirada su rostro está inusualmente serio sus ojos ámbar me miran fijamente.
-¿Me crees?

Le veo levantarse de la mesa dirigirse hacia mi, empuja mi silla tomando mis manos, la expresión de su rostro se hablando. Besa mis manos una a una mirándome

-Gracias, gracias por confiar en mi.

Sus palabras me reconfortan de tal manera que puedo sentir toda la tensión se desvanece sin siquiera usar el cutter. Esta es la primera vez que me sucede esto; eso me hace sentir muy feliz. Me levanto aferrando me a él en un sólido abrazo.
_________________________

Lo sé, lo sé, es corto. Trataré de hacerlo más largo en el próximo capítulo, es que las fiestas me tienen muy ocupada y pos... A quién engaño, ¡Que viva la fiesta!

CutterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora