¿Cita?...

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Miro mis brazos con molestia al notar las numerosas heridas.
-eh estado muy estresado y todo por su culpa. Si continuó así molestaré a mi hermano y no sólo por la sangre en la ropa a la hora de lavar la.
Acto seguido me vende los brazos antes de ponerme la ropa y salí con rumbo al lugar del encuentra. Sorprendentemente cuando llegó él ya estaba ahí, andaba muy bien vestido más de lo usual provocando que unas chicas se le acercarán.
-Si estás ocupado me puedo ir.
Le veo alzar su rostro mostrando una tonta sonrisa para luego escusarce con esas ellas y venir a mi lado cual perro faldero. Esto provocó que me vieran con miradas asesinas. Suspiro cansado de esta situación, no puedo entender lo que le ven a este tipo.
-rápido dime a donde vamos, recuerda que sólo tienes dos horas.
-OK, comencemos en el Mall hay una película que quiero ver.
-Sabes que bien podrías haber ido tu sólo a verla, no es realmente necesario que este yo.
-No, si tu no estás no hay caso, sería muy aburrido.
-pero si vas con tu grupo de amigos de seguro no te aburridas.
Le recordé que tiene un séquito muy fiel el cual hasta daría su vida para complacerlo.
-No es lo mismo- su voz se tornó más sería, cosa rara- ellos son buenos pero, no son muy honestos.
Al menos parece que tiene más cerebro de lo que aparenta.
Cuando llegamos soy sorprendido por la elección en la película, resulta que no tiene tan mal gusto después de todo.
Salimos después de una hora y nos dirigimos a una pizzería pidiendo una familiar con todo.
-Deja que pague aunque sea la mitad.
No me siento cómodo debiendole algo.
-de ningún modo, yo fue el que te invito a salir.
-No soy una chica y no es como si me faltara dinero así que déjate de sandeces.
Estire mi mano tomando la factura y al hacerlo una de las vendas sobresalio de la manga de mi brazo.
-y eso
Metraje mi mano rápidamente con la factura.
-nada importante, iré al baño.
Es difícil envolver mi mano derecha espero no haber manchado mi manga. En el baño no había nadie por suerte, así que levanté la manga con cuidado.
-se mancho un poco si lo lavo no...
-son nuevas esas cortaduras.
Soy sorprendido por el idiota de Izumi quien al parecer me siguió aquí. Tomando mi brazo sin contemplaciones examina las cortaduras.
-acaso no te duele
-claro que duele- digo irritado
-entonces por qué continuas haciéndote esto.
Su molesta personalidad me fastidia, arrebato mi brazo de su agarre y mirándole con fastidia le respondo.
-Eso no tiene nada que ver contigo. Yo puedo manejar esto solo.
Comienzo a venderlo aunque como es mi mano izquierda la que hace el trabajo no sale muy bien. Le escuchó suspirar y vuelve a tomar mi brazo.
-Yo lo hago, si sigues así sólo te lastimarte más.
Le dejó hacerlo porque en parte tiene razón. Su rostro demuestra frustración tiene el ceño fruncido. Miro su cabello el cual está en mi visión, realmente es rojo y sus ojos son ámbar, ¡Incluso sus pestañas son rojas!. Sin pensarlo mucho toco su cabello.
-Es suave...- siguo acariciando su cabello- es como la de un perro.
-esa comparación no me agrada.
Se queja mientras sigue quedándome.
-disculpa pero no pienso alargarte, no es pintado ¿Verdad?
-es natural, mi madre es pelirroja.
-ya veo, que suerte, el mío es un simple cabello negro.
-pero tienes unos ojos color azul vivo que sobresalen bien.
-Ni a tanto, con los lentes puesto no se notan para nada.
Él alzó la mirada quedando a pocos centímetros de mi rostro, clavando fijamente sus ojos ámbar brillantes en los míos.
-Yo los note, y para mi, son muy hermosos.

«Hermosos... Hermosos... ¡Hermosos!...»

Sentí mi rostro sonrojarse salvajemente, desvíe la mirada sintiendo mucha vergüenza.
-ya termine, procura desinfectar correctamente las heridas cuando llegues a casa.
Retire mi mano y me hice a un lado.
-sí, lo haré. Ahora vamos, ya debe estar la pizza.
Me adelante saliendo del lugar lo más rápido que pude, no podría aguantar más tiempo estando ahí los dos solos.
Luego de tomar una basó entero de cola de un tajon mis nervios, cara y mi mente se calmaron. El idiota que tengo al frente no sabe acaso que no está bien decirle hermoso a cualquier parte del cuerpo de un hombre... Acaso no posee sentido común... Eso es humillante y vergonzoso.
Me metí un pedazo de pizza.
-pero si es Izumi.
Escuche la voz molesta de una chica y con ella un grupo la acompañaba. Era nada menos que el séquito de Izumi.
-Chicos ¿Qué hacen aquí?
Dijo sonriendo como si no fuera nada. Por alguna razón tengo un muy mal presentimiento de este encuentro casual.
-Eso debería preguntar nosotros, fue por ir a comer pizza que te pegaste a venir con nosotros?..
Dijo uno de los chicos, de pronto siento las miradas puestas en mi y no son para nada gratas.
-pero si es el cuatro ojos.
Dijo una chica sonando molesta
-acaso están en una cita?
Insinuó burlonamente un chico causando la risa de los demás. Me siento estresado mi brazo me pica, es momentos como estos cuando más ganas tengo de cortarme.
-Eso sería bueno.
El comentario hizo parar las risas y me toma por sorpresa, miro su rostro topandome con sus ojos ámbar. Los que me sostienen la mirada con firmeza y seriedad.
-puedo considerar esto como una cita.
Me pregunto.
-ci.. ci.. cita?...

CutterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora