BLUE - (JOKER Y TU)

cap. 6

blue.-

Me encontraba en la habitación principal retocando mi maquillaje y mi flequillo. Hoy era el día, hoy era la fiesta de Bruce y temía de lo pero teniendo al caballero oscuro y al Rey del Crimen encerrados en la misma casa. Llevaba un top negro de escote con forma de  corazón, unos shorts vaqueros azules y una chaqueta de cuero dorada, por supuesto mis pulseras y colgantes favoritos y mis botas negras estilo militar. Revise mis pistolas y mi franco. Mirilla y cargadores listos. Que comience la fiesta. Después de una hora y media conseguimos entrar en hall del hotel plaza y ahora mismo estamos subiendo Daerik, joker, unos matones y yo. Antes de que se habrá la puerta compruebo que mi arma y mi pistola de reserva esta bien escondida dentro de mi chaqueta. Joker y yo somos los primeros en salir del ascensor y él dispara al techo para que todos nos presten atención pero mi mirada se centra en bruce que me esta mirando fijamente , alternado la mirada entre joker y yo.

-Damas y caballeros, lamento interrumpir esta fiesta pero venimos en busca de Francis McLogs-dijo él, con la mirada le busca y yo vigilo a los invitados.

-vigila a bruce Wayne no me fio de él-le digo a Daerik y sigo a J. hasta donde esta él.

-Creo que tienes algo que me pertenece Francis-dijo, saco su revolver y apuntó a su garganta-y sabes que esta muy mal robar a los reyes, ¿verdad reina?

-Es verdad-dije siguiendo su juego- yo digo de hacerle la tortura del silencio.

-Reina queremos que nos diga donde esta lo que nos ha robado no matarlo-dijo con esa cara picara suya.

-Le diré todo lo que quiera pero por favor no me mate-dijo, suplicando.

-¿En que modulo tienen encerrados a deadshot, Harley Quinn y H.?-¡Que coño! No, H. no saldrá de Belle Riven bajo ningún concepto.

-En el modulo A de presos muy peligrosos-dijo al borde del llanto. Me harte de él.

-Por favor deja de dar vergüenza ajena cuando estés muerto-dije esto y se dispare entre sus dos cejas recién perfiladas-¿Nos podemos ir ya?

Ambos nos dirigimos a donde se encontraba Bruce y J. se quedo en un segundo plano y yo seria ahora quien llevara el mando de una vez por todas.

-Ha sido un placer venir a tu fiesta-dije inocentemente- pero la próxima vez elige un sitio donde no se noten las manchas de sangre.

Le di una palmadita en el hombro y camine hacia el ascensor con la atenta mirada de todos. Sabia que esto no acabaría aquí, no eso seria muy fácil y estaba claro que el murciélago haría algo al respecto, es mas que obvio pero ninguno nos esperábamos encontrarlo justo cuando la puerta del ascensor se abriera y me cogiera de la chaqueta y me lanzara por los aires. Estaba por ir allí y matarlo pero Joker saco una granada de humo y la lanzo al lado mía. Bruce pudo sacarme de allí antes de desmallarme.

Desperté en una habitación de paredes de caoba oscuro y con algunos cuadros con aspecto de valer una millonada, una mesita de noche con una lámpara negra y una foto en la que salía yo antes de morir mis padres. Cogí el marco negro  y mire cautelosamente la fotografía recordando el día y el lugar en que se tomó. Salíamos Bruce, Eric y yo en los jardines traseros de nuestra casa de Central City. Bruce me cogía por la espalda y Eric posaba al lado nuestra. 

-Estabas mejor de rubia-dijo Bruce, susurrando en mi oído-Rompías el estereotipo de rubia tonta-mire la habitación intentando descifrar mi paradero-Estamos en mi habitación, por si no lo sabias.

-Haber- de acomode en la cama y me senté con las piernas cruzadas- recuerdo haber ido a tu fiesta, matar a aquel llorica y....

-Joker tiro una bomba de humo cerca de ti y te desmayaste a causa de la explosión. Te traje y te cambie de ropa- mire mi cuerpo y llevaba una camisa azul suya- y eso es todo.

Mire mi móvil en la mesita y lo cogí como alma que  cargaba el diablo y presione la tecla de encendido iluminando la pantalla. Las 05:45 am. Madre mía, Eric me matará por esto. Me levante corriendo de la cama en busca de mi ropa junto con la atenta mirada de Bruce que sonreía con bastante picardía- algo muy típico de él-. Cuando por fin encontré toda mi ropa, entre en el baño de la habitación y me cambie enseguida. Salí casi corriendo del baño y de la habitación pero Bruce me seguía dando zancadas con su ropa de miles de dólares.

-¿Te vas a ir sin despedirte?-preguntó juguetón-otra vez.

-¿que pasa?-me acerque y le di un beso en la mejilla izquierda-es casi una costumbre y las costumbres son buenas ¿no?

-Ten cuidado Nat-me da un beso en la frente.

-Y tu bat- dije, y salí por la puerta principal.

El viento soplaba cada vez mas fuerte.

La luna era la única que me acompañaba en las frias calles de la ciudad y al mismo tiempo me iluminaba mi camino a casa.

De pronto un escalofrío recorrió mi cuerpo y me detuve.

Levante el rostro y miré el cielo.Fijando mi mirada en algo específico.

La luna.

Aquella..... me recuerda a alguien

Que era muy importante para mi.

Era....

Cerré los ojos,suspiré y negué con la cabeza.Nuevamente comencé a seguir mi camino.

Debo dejar ir los recuerdos que me tienen atada al pasado.

Aquel pasada tengo que olvidarlo cuanto antes.

Al llegar al escondite, tiré mi chaqueta al suelo y me dirijí al salón de la casa. Me encontré con J. tumbado en el sofá morado y más borracho que los integrantes de alcoholicos anónimos-algo no nuevo para mi-.

-Hombre reina de corazones-delirios, eso es nuevo-¿que tal con batsy?

-Muy bien-sonreí arrogantemente-. Me manda recuerdos para ti.

Se rio tanto que se cayo del sofá-.Que graciosa-se limpia una lagrima imaginaria-. Sientate.

Di la vuelta al sofá y me senté en el de enfrente, agarre una botella de quien sabe que y bebí de ella como si se tratase del nuevo oxigeno.

-¿Como es que una chica feliz y dulce se convierte en una asesina y ladrona?-preguntó él, bebiendo de mi botella.

-¿De todas las preguntas?-le quite la botella de las manos y volví a beber-me haces esa.

-Es lo mejor que se me ha ocurrido-dijo señalando su cabeza-. Cuéntame tu historia y yo te cuento la mía.

-¿Enserio quieres que te cuente la historia mas terrorífica y macabra del mundo?

-Tenemos toda la noche-dijo él, indiferente-además, no creo que sea tan macabra y espeluznante.

-Esta bien-suspiré.