Bully ; yk

Tres.

Despidió a su madre luego que le indicara conseguir las tareas atrasadas lo antes posible, y se encaminó al edificio.

Al otro lado del campo notó estaba Taehyung, riendo con su teléfono en mano. Acomodó mejor su mochila en los hombros, sinceramente, esperaba que no lo viera. Seguía siendo un poco extraño. Agachó la cabeza ocultando sus manos en los bolsillos del pantalón y avanzó rápido; no porque no lo quisiera como amigo, sino que aún no estaba preparado para estar con él sin Jin.

-Jungkook -sorprendió Taehyung deteniéndose frente a él-, ¿Has visto a Jin?

Negó asustado por su presencia. ¿Acaso no estaba ocupado o distraído, cómo lo había notado? Él no llamaba nada la atención, por lo que definitivamente su acompañante era muy extraño.

-Bueno -sacudió su mano, restándole importancia y la colocó al rededor de los hombros del castaño-, ¿A qué salón vas?

-No sé cómo responder eso...

-... Entonces responde esto -habló segundos después- ¿Te has fijado que hay muchas miradas sobre ti?

Taehyung observaba detrás de él con el ceño fruncido. Al fijarse, algunas chicas lo veían; unas le sonrieron y otras giraron avergonzadas; incluso algunos hombres, aunque ellos lo veían sin emoción.

-No lo había hecho hasta ahora.

-Bueno, alguien viene y no por mí -palmeó su espalda despidiéndose y se fue, dejándolo mudo.

-Jungkook -escuchó. Una chica de baja estatura se encontraba a su lado, sonriendo-. No tenías que echar a tu amigo, no era necesario -rió en un intento de verse tierna, causando confundirlo.

-Ah, no fui yo; él decidió que...

-Soo, necesito... -interrumpieron-. Oh, estás ocupada.

-Jimin -se sorprendió-, ne... ¿Necesitas algo?

-Con que el nuevo, eh -respondió, evadiéndo su pregunta.

Jungkook sintió una sensación desagradable al notar a los amigos del pelirrojo mirándolos, al ver la sorpresa de Soo y lo divertido que parecía Jimin.

-¿Eres Jungkook, no? -preguntó él.

-Sí.

-He oído mucho de ti a pesar de ser nuevo, ¿Qué has hecho? ¿Una travesura? -negó-. ¿Entonces?

-Ah, tengo que irme...

-Espera -se colocó frente a él -, dime si...

-Jimin -gritaron a sus espaldas. Sin embargo, no se molestó en prestar atención soltando un bufido.

-Estabamos en...

-¡Jimin! -un chico delgado, pálido y con el cabello negro se acercó corriendo. Observó al castaño de arriba a abajo, justo como había hecho Jimin la primera vez. Estaba mas que claro porqué eran amigos.

-¿Qué quieres? –sonó molesto el pelirrojo. ¿Por qué no podían salirle bien las cosas?

-¿Acaso ya se metió en problemas el nuevo? -preguntó divertido su amigo.

-Jimin -habló Soo de pronto, queriendo hacerles recordar su presencia.

-¿Si? -respondió sin mirarla. El castaño imaginó a su madre regañándolo por ese acto, según ella, una falta de educación. Y ahora comprendía porqué.

Llamó su atención, por educación:- Creo que ya tienes con quién hablar Jimin... Así que me voy. Adiós Soo.

En su trayecto, vió a una chica caminar en su dirección. Sin querer entrablar conversación con alguien más, apresuró su paso fingiendo buscar algo en sus bolsillos.