Uno

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Un fracaso. Se sentía como alguien que moriría a temprana edad por no poder conseguir algo. Jungkook se reclamaba no haber logrado absolutamente nada, a pesar de tener una semana en la nueva casa. Había fracasado, como todos los años anteriores.

Tocaron a su puerta. Él tomó su cuaderno y fingió estudiar lo que le había encargado el señor Kwang, su maestro de historia - ¿Si?

-Jungkook, cariño -habló su madre asomando la cabeza. Asintió y sonrió en respuesta observándola-, ya esta el profesor esperándote en la sala.

-Ahora bajo.

Guardó lo necesario en su mochila y descendió corriendo las escaleras. Ya ni siquiera se molestaba en fijarse en el espejo antes de salir, ¿Para qué?

-Jungkook -saludó sonriente su maestro, y éste le devolvió una tímida sonrisa- ¿Te apetece estudiar fuera?

Aceptó sin dudar. Pues Jungkook imaginaba que se lo decía como literalmente fuera, en un colegio. Causando su ilusión.

Las horas transcurren rápido en el pequeño kiosko que verdaderamente habían construido sus padres en el patio trasero. Le gustaba su pequeña estructura, incluso le agradaba estudiar ahí. Cuando el menor escuchó al profesor Kwang aclarar su garganta, supo que ya debía irse; una costumbre suya realizar siempre la misma rutina.

Jungkook se sobresaltó al sentir presión en su cuerpo, como si fuese un abrazo. Golpeó con su brazo hacia atrás como acto impulsivo. Su profesor retrocedió adolorido, mientras él, observaba su alrededor cuestionándose qué había sucedido.

-Ah, yo... -tartamudeó. Sintiéndose apenado, realizó una pequeña reverencia como disculpa.

-No, está bien Jungkook; no te preocupes -sonrió, pero no pudo tranquilizarse. Se sentía extraño.

-Debo... Debo ir a hablar con mi madre -se inclinó nuevamente y sin mirarle ni obtener respuesta se dirigió al interior de la casa-. ¡Mamá! -gritó desde la puerta de la cocina, ansioso-, ¡Mamá!

-Estoy aquí -escuchó a sus espaldas. Giró a la puerta principal y ella se acercó asustada, sujetando su rostro entre sus manos al estar a su lado-. ¿Qué sucede Jungkook?

-Yo... gol... -sollozó, sin poder pronunciar una palabra debido al llanto-, golpeé al... Maestro yo no... Madre -la rodeó con sus brazos, sintiendo sus latidos demasiado rápido; realmente estaba preocupado.

-Jungkook, ¿Golpeaste al señor Kwang? -asintió en silencio-, ¿Por qué lo has golpeado?

-No quería... no quería hacerlo, fue un -cerró los ojos fuertemente y suspiró-, fue un impulso. Él, él me abrazó de pronto y me asusté, lo hice sin pensar; solo me asusté, él no hace eso y sabes... tú sabes que no estoy acostumbrado.

-Está bien, tranquilo... Ve a lavarte el rostro y yo iré a hablar con él -y con ternura limpió los rastros de lágrimas. Restregando sus ojos con las mangas de su suéter, obedeció.

De regreso, observó a su profesor riendo con su madre y no puedo sentirse más que humillado. ¿Por qué no pudo sencillamente quedarse quieto? Avanzó con la cabeza agachada sin dejar de recriminarse lo tonto que actuó y la falta de respeto que había cometido. Se detuvo a una distancia alejada y escuchó cómo ellos dejaban de reír.

-Señor Kwang, yo... -murmuró. Levantó la cabeza y lo vió directo a los ojos. Se sentía demasiado avergonzado-. Discúlpeme, no era mi intención pero es solo que...

-Jungkook, tranquilo. No pasa nada, te he dicho que está bien. Ya me explicó tu madre de tus clases, dejame decirte que tienes buenos reflejos. No sabía que eras muy bueno -comentó riendo. Volteó a ver a su madre y ella le sonrió, por lo que fingió reír también-, es más, yo me disculpo por abrazarte solo así; pero realmente extrañaré darte cla...

Bully ; ykDonde viven las historias. Descúbrelo ahora