Cap 6

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Capítulo 6. Depresión

Hacía varios minutos que Sasuke había llegado hasta el Ichiraku. Sin embargo, seguía parado a unos metros observando sin ser visto, sin saber el por qué de la molestia que sentía, como si algo se retorciera dentro de él.

Había salido de su casa como un rayo dispuesto a encontrar al jinchuuriki para contarle lo que había descubierto sobre la carta de Sakura. Por supuesto, a esas horas, ir a buscarlo a su casa era una pérdida de tiempo así que decidió ir directamente al puesto de ramen. Y como cabría imaginar allí estaba, sin embargo, no estaba solo. Eso fue lo que hizo que Sasuke se detuviera en seco.

Naruto estaba animadamente sentado entre la tímida chica Hyuuga y ese insoportable ANBU a quien colocaron en su puesto, Sai. Al parecer, ese idiota de sonrisas falsas estaba discutiendo con el Dobe, ya que el rubio gesticulaba acalorada y acusadoramente hacia el pelinegro que se limitaba a sonreír mientras la chica tiraba levemente del brazo de Naruto aguantándose la risa para calmarlo.

Sasuke no pudo evitar que su mente le jugara una mala pasada recordando una de las tantas veces en las que él, Naruto y Sakura se habían encontrado en una situación similar, casi pudo oír los gritos del rubio llamándole "teme" y tratando de lanzarse contra él, que se limitaba a ignorarlo bufando un desinteresado "usuratonkachi" mientras Sakura retenía del brazo a Naruto impidiendo que le saltara encima.

La media sonrisa que había aparecido inconscientemente en su rostro desapareció al mismo tiempo que la escena se diluía ante sus ojos volviendo a mostrar la realidad, que no eran aquellos niños del equipo siete los que comían alegremente en Ichiraku sino que eran otros los que acompañaban a Naruto haciéndole reír, tratándole como a un amigo, como a un hermano...

Apretó los puños y el nudo que sentía en el pecho le oprimió más los pulmones. Había pasado demasiado tiempo desde que ellos tres habían sido un equipo, años desde la última vez que habían reído o peleado de esa forma, y ahora ya no volvería... Él les había traicionado, Sakura había muerto y Naruto... les había sustituido.

El Uchiha apartó la mirada y dando la espalda al puesto de ramen se alejó de allí.

Caminó un rato sin rumbo específico evitando que sus pensamientos se centraran en nada concreto, simplemente en poner un pie delante del otro, hasta que se dio cuenta de que sus pasos lo habían llevado hasta las oficinas del departamento de inteligencia. Entonces se acordó de algo, Naruto había dicho que le pidió a Nara Shikamaru que examinara la carta de Sakura por si contenía algún tipo de mensaje que se le hubiera pasado por alto.

Con determinación, Sasuke entró en el edificio. Si Shikamaru estuvo estudiando la carta, con toda probabilidad tendría una copia en su archivo y tal vez le encontrara un nuevo sentido a las últimas palabras, algo que le diera una pista sobre Sakura.

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Shikamaru suspiró con cansancio por enésima vez reclinando su silla hacia atrás para poder ver las nubes a través de la ventana, llevaba toda la mañana tratando de descifrar un mensaje en clave con la ayuda de Neji y Tenten ya que ellos habían obtenido dicha información y podían ser útiles. Pero el trabajo era tedioso y aburrido, una vez que habían dado con el código sólo se trataba de transcribirlo todo y realmente llegaba a saturar. Además, para poner a prueba su humor, Ino había decidido aparecer con la excusa de llevarles el almuerzo para poder parlotear con Tenten.

-Nara.

Una voz procedente de la puerta hizo que todos levantaran la cabeza para mirar hacia allí, encontrándose sorprendidos con nada menos que el mismísimo Uchiha Sasuke.

El muchacho los observaba desde el umbral con su típica expresión indiferente, sin embargo, a ninguno le pasó desapercibido que tenía un aspecto algo desmejorado, su pelo negro estaba más revuelto de lo habitual, sus ojos estaban algo enrojecidos como si llevara días sin dormir bien, a pesar de que era de sobra sabido que el chico dormía prácticamente todo el día, y bajo ellos comenzaban a adivinarse leves ojeras.

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