⭐No Digas Que Fue Un Sueño⭐

Cap 7

Capítulo 7. Aceptación

-Te lo dije, usuratonkachi.

Naruto parpadeó con confusión ante las palabras de Sasuke mientras el aire le revolvía el pelo lanzándoselo hacia los ojos. Ambos estaban en lo alto de la estatua del primer Hokage en el Valle del Fin mirándose el uno al otro mientras el sonido del rugir de la cascada y el viento los envolvía.

-Te dije que estaba viva -completó el Uchiha arqueando una ceja con suficiencia-, ahora está conmigo.

-No es que ella esté viva, es que tú estás muerto -contestó el rubio con tono monótono.

-Hmp... ¿Lo estoy? -repuso el Uchiha esbozando una media sonrisa con aire enigmático.

Antes de que Naruto pudiera replicar, el muchacho le puso algo en las manos que el rubio no se molestó siquiera en mirar pues no despegaba la vista de su amigo. Sin embargo, el Uchiha había dejado de prestarle atención y su mirada oscura se perdía en río.

-Intentaste suicidarte -musitó Naruto-, ¿por qué?

Sasuke le dedicó una arrogante media sonrisa y una mezcla de bufido y risa como si el rubio no comprendiera nada.

-¿Has tenido alguna vez un sueño en el que no pudieras diferenciar lo real de lo soñado?, ¿uno que tras despertar supieras que ha sido algo más que un simple sueño?

- ... ... -el rubio separó los labios pero no fue capaz de decir nada mirándole fijamente como si su mente estuviera rozando algo importante con la punta de los dedos sin poder aferrarlo del todo.

Sin romper el contacto visual, el Uchiha ladeó la cabeza.

-Claro que no -musitó el pelinegro con un deje de desilusión acercándose un poco más al borde del precipicio-, después de todo, sólo yo sueño con ella -y sin más se dejó caer al vacío perdiéndose entre las aguas turbulentas de la cascada.

-¡Sasuke! -gritó el jinchuuriki alarmado asomándose rápidamente al precipicio.

De pronto, se percató de que aun llevaba en las manos lo que Sasuke le había dado, el portarretratos en el que Sakura guardaba la foto del equipo siete que ahora tenía él, sin embargo, en lugar de mostrar los rostros sonrientes que recordaba, tan sólo había un fondo blanco en el que se podía leer "Despierta, idiota".

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-¡....! -Naruto se incorporó de pronto con una exclamación ahogada y los ojos como platos.

-¿Naruto-kun? -el chico oyó una débil voz a su lado y al volverse descubrió a Hinata tallándose los ojos con sueño, sentada junto a él en el sillón de la habitación del hospital donde tenían a Sasuke.

Al parecer ambos se habían quedado dormidos mientras esperaban algún mínimo progreso en el estado del pelinegro. La Hyuuga había insistido en acompañarlo ya que su estado de ánimo tras el fallido intento de suicidio de su recién recuperado amigo, estaba bastante bajo y no quería dejarlo solo con tan lúgubres pensamientos.

-¿Es...estás bien? -preguntó tímidamente la chica al ver que el rubio trataba sin mucho éxito de normalizar su respiración y tenía la frente perlada de sudor frío.

-Sí..., bueno, no,... bueno, no sé 'ttebayo -terminó diciendo Naruto visiblemente alterado-, he soñado... pero no es posible... es...

-Tranquilízate -aconsejó Hinata con calma y armándose valor a pesar del visible sonrojo de sus mejillas, tomó con suavidad las manos del chico-, cuéntame qué pasa.