Cap 8

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Capítulo 8. Pesadilla

-¿Crees que habría sido así? -preguntó Sakura.

-Hmp. ¿Qué? -suspiró Sasuke rodando los ojos.

Ambos jóvenes estaban tumbados despreocupadamente en la hierba bajo el sol, mirando al cielo despejado.

-Vivir en Konoha... conmigo -completó la pelirrosa casi susurrando la última palabra.

Sasuke se giró hacia ella apoyando la cabeza en una mano para mirarla con sus penetrantes ojos oscuros.

-Sabes, aquella noche..., por un segundo creí que te quedarías... -la voz de la kunoichi era apenas un murmullo quebrado-, supongo que deseaba tanto que lo hicieras que por instante me engañé a mi misma pensando que dudabas...

El muchacho continuó mirando cómo, sin poder evitarlo, sus ojos jade se humedecían y ella desviaba la vista incómoda.

-...Dijiste que cada día sería estupendo, que seríamos realmente felices y que si me quedaba contigo no me arrepentiría -dijo Sasuke con voz grave cuando parecía que ya no iba a hablar-,... ¿quién no dudaría?. Sabes bien que no podía quedarme, y aunque no fue lo mejor, sé que volvería a hacerlo porque es lo que soy.

-¿Entonces... porqué estás aquí? -preguntó la pelirrosa sin entender.

Sasuke frunció levemente el ceño y sus labios temblaron ligeramente como si estuviera eligiendo las palabras para contestar.

-Porque... -el muchacho apretó los dientes y gruñó con frustración como si le costara hablar-... odiaba despertarme en Konoha sabiendo que no era como antes y no volvería a serlo... porque estúpidamente creí todo lo que me dijiste y siempre pensé que si alguna vez volvía lo tendría... pero no fue así... Todo eso no está allí, sino aquí..., contigo -la voz de Sasuke salía a trompicones, como si no tuviera muy claro lo que quería decir y solo estuviera soltando lo primero que acudía a su mente-, y me importa una mierda si...

El muchacho se interrumpió a sí mismo al ver que Sakura le sonreía con ternura, olvidada ya toda tristeza en su mirada.

-¿Qué? -interrogó Sasuke con desconfiada precaución enarcando una ceja desconcertado.

-Qué te quiero -respondió Sakura con una feliz risa.

Al instante el rostro del ninja cambió a una ladeada sonrisa de arrogancia y después a sorpresa cuando la chica se las arregló para colocarse sobre él. Sakura acercó peligrosamente sus labios a la boca del pelinegro que ya podía sentir el cosquilleo de anticipación en ellos, cada vez más cerca, notaba su cálida respiración mezclándose con la suya, el mechón de su pelo rosa haciéndole cosquillas en la mejilla, acercándose más, a milímetros, Sasuke era consciente de cada centímetro de su piel que hacía contacto con la de ella, de su peso sobre él, su labio inferior rozó apenas en una mínima porción los de la chica haciéndole soltar el aire en un involuntario jadeo.

En ese momento el fuerte sonido de un seco chispazo eléctrico les hizo mirar hacia arriba dándose cuenta de que la farola apagada que había en la esquina se había iluminado repentinamente para luego apagarse con un chasquido, al igual que las luces de toda la calle, incluyendo las casas.

El Uchiha miró asombrado a Sakura que simplemente estalló a reír a carcajadas, lo que increíblemente provocó que las farolas y luces fundidas volvieran a lucir.

-Hmp -Sasuke interrogó a la pelirrosa con la mirada exigiendo una explicación.

-Fuiste tú -dijo la chica entre risas encogiéndose de hombros-, aquí las emociones son poderosas, Sasuke-kun, afectan al entorno.

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