Capítulo 18.

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Micaela bajo el harina de la lacena y se la lanzó a Florencia quien sin querer termina tirándola al suelo.


— Mal pase rubia —dijo y Micaela la miro decepcionada dispuesta a intentarlo nuevamente, tomó la última harina que quedaba y esta vez dispuesta a no derramarla en el suelo volvió a tirarla un poco más equilibrada y al lograrlo sonrió como toda ganadora y continuo con los siguientes ingredientes para el mejor pastel que prepararía, todos se encontraban en la universidad y ellas fingiendo un dolor de muelas faltaron todo para sorprender a los chicos con un buen pastel para así agradecerles lo bien que se habían comportado con ellas.


Luego de tantos ingredientes tirados al suelo lograron colocar y ordenar los ingredientes en el mesón, Micaela se colocó los guantes y unas gafas sin motivo alguno y Florencia fue hacía el horno para así encenderlo mientras Miacala se encargaba de hacer la masa, al tener una mezcla homogénea prosiguió a colocar pequeñas barras de chocolates, las favoritas de Nacho, una pequeña taza de café, el favorito de Gonzalo, unas galletas de chocolates, las favoritas de Sergio, dos trozos de manzana verde, las favoritas de Paio y finalmente unas moras las cuales eran las favoritas de Bruno, no colocarían nada favorito de las nuevas como según ellas debían ser llamadas ya que era una sorpresa solo para los chicos de la casa, volvió a mezclar y al tener la mezcla colocó un poco de mantequilla en el bol para hacer pastel y luego metió toda la mezcla hecha en este.


Al terminar chocaron las palmas de sus manos y fueron a sentarse al sofá a leer algunas revistas, dispuestas a esperar el pastel.


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Al sentir el olor a pastel hecho, Florencia quien se encarga de sacarlo y meterlo lo hizo y al tenerlo fuera sonrió orgullosa ya que había salido perfectamente, lo desmoldo y luego lo colocó en una bandeja, llevó del pastel al refrigerador y en cuanto escucharon la cerradura de la puerta moverse apagaron las luces y se escondieron detrás del mesón, los chicos entraron y en cuanto encendieron las luces estas salieron detrás del mesón y gritaron "sorpresa", y vaya que si era una sorpresa.


Huevos, harina, algunas frutas, chocolates y café estaban derramados en el suelo, no se escuchaba nada excepto un cucharón que cayó desde el mesón y fue allí en donde todos abrieron la boca sorprendidos en especial Pablo quien cayó en brazos de Bruno evidentemente desmayado.


— ¿Qué le pasó? —preguntó Florencia.


— Pablo odia el sucio y ustedes hicieron desastre —dijeron antes de comenzar a darle aire a Pablo, Bruno lo llevó hacia su habitación y tanto Bianca como Paula rieron.


— Que podíamos esperar de dos rubias huecas —rieron aún más fuertes antes de retirarse de la sala.


Micaela y Florencia comenzaron a sollozar con la esperanza de que los chicos se encargaran de limpiar todo como la última vez pero no fue así.


— Esta vez no princesas, limpian todo esto ustedes solitas —dijo Nacho y todos se retiraron de allí y las hermanas se dieron la mano con un puchero en sus labios.


Miraron hacia atrás y también se sorprendieron, habían ocasionado un enorme desastre.     



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