Capítulo 31.

731 72 11
                                    

Dibujo las últimas características de aquel rostro, miro atentamente esos marrones ojos en su cuaderno de dibujo para luego sonreír tomando de su propia barbilla mientras acariciaba de esta, habían puesto un trabajo en arte sobre algo que todos consideren como una maravilla para el mundo y a él no se le había ocurrido otra cosa más que mirar a Florencia y analizar su rostro y a través de lo mismo hacer un retrato de la rubia y no estaba decepcionado de su trabajo, estaba idéntica.


— Joven Nayar levántese de su asiento y muéstranos el porqué estaba tan concentrado—habló suavemente la profesora, era una señora de 50 años y a lo lejos se veía como una vieja amargada pero era un amor y esa era solo la opinión de Nacho.


— Dibuje a esta persona porque considero que es la persona más hermosa que he visto y debería ser considerada como la mejor maravilla en todo el mundo —habló emocionado, muchos gritaron el nombre de Florencia quien roja como el tomate oculto su rostro bajo su propio abrigo.


No pensaba que él dibujara tan bien y lo más extraño, que la haya dibujado a ella de manera tan realista.


— Otra vez estoy maravillada con su trabajo, tiene 8.50 —al escuchar su nota sonrió en especial a Florencia quien continuaba ocultada bajo su propia prenda de ropa, no tenía en mente que Nacho hiciera algo tan lindo como eso por ella pero aunque haya hecho eso ella no olvidaba lo que él le había hecho minutos antes.


***********


— Oye cielo, espera —continúo caminando detrás de ella, cansada de sus ruegos paro sus pasos y miro hacía el suelo.


— ¿Qué quieres? —respondió fría.


— ¿Por qué estás así?


— ¿En serio lo preguntas?


— ¿Es por lo de la chica? ya sabes que soy un bobo pero ninguna teñida se va a comparar contigo —acarició lentamente sus mejillas y dejo un beso en sus labios antes de abrazarla.


— Pero te fuiste con ella —hizo un puchero.


— Cosa que no volverá a pasar porque yo a quien quiero es a ti y solo a ti —contestó dulcemente Nacho dejando varios besos alrededor del rostro de Florencia, Mayra se encontraba a lo lejos mirando aquella escena y Flor aprovechando que Nacho se encontraba en el lado contrario, le sacó el dedo del medio a la chica.


***********


— Es muy bonita —se encogió de hombros Pablo.


— Pero la vi yo primero —intervino Gonzalo quien se encontraba sonriendo desde que había salido de la universidad, estaba más que feliz por haber conseguido el número de Mayra, por lo poco que había conocido de ella había quedado encantado con tal personalidad, era una dulce y adorable chica.


— Al menos espero que no sea una zorra como algunas comprenderán —susurro Sergio antes de mirar a Florencia y aunque fue un susurro casi inaudible fue lo suficientemente alto como para que todos escucharán.


— Sergio te pido por favor que no le faltes al respeto a mi novia o yo me veré en la obligación de ponerte en tu lugar —defendió Nacho a la rubia.


Paula sonrió ante aquello y comenzó a acariciar el pelo de Sergio, estaba tratando de poner celoso a Bruno pero no resultaba.. Era como si él de la nada hubiese perdido por completo el interés.


— Bueno yo quede con Mayra así que me iré a vestir, los veo luego —sonrió de oreja a oreja Gonzalo quien entró a su habitación, Micaela quien luego se levantó entró a su habitación y cerró la puerta con su pie, lo miro y este no se percató de su presencia hasta que hablo.


— Vaya que se te pasa el amor muy rápido —dijo enojada Micaela.


— ¿Acaso estás dándome una escena de celos?


— ¿Yo darte una escena de celos a ti? —rió—, sigue soñando patético —mintió mirándolo atentamente, este tomó sus caderas y dejó un beso en su frente.


— Mejor porque esa chica me interesa más de lo que imagine es más, no me extrañaría si la convierto en mi novia.


— ¡Acabas de conocerla! —estaba más enojada de lo normal y no sabía porque, a ella no le gustaba Gonzalo pero aún así no quería que fuera a una cita con otra chica que no fuera ella y esos no eran celos.. ¿O si?


— ¿Y? yo soy un chico sin compromisos así que puedo hacer lo que se me antoja y se me antoja salir con ella, digo, al menos ella no me rechazo —respondió antes de pasar por su lado empujándola con sus hombros, salió tanto de la habitación como de la casa.


Micaela soltó un fuerte suspiro, se estaba muriendo por dentro y no sabía porque.


Golpeo la pared y luego salió de esta para ver que la única persona que había quedado en la sala había sido Bianca, la ignoro y fue a la cocina por un vaso de agua.


  — ¿A donde fue Gonzalo? —preguntó, parecía igual o más molesta que Micaela.


— A verse con la nuevita —gruño al decir la palabra "nuevita"


— A mi ninguna desconocida me lo va a quitar —sus ojos rodaron y luego entró a su habitación azotando la puerta.


Micaela pensó lo mismo a excepción de que ella no permitiría que tanto Bianca como Mayra le quitaran a Gonzalo, ese chico por la única chica que podía suspirar era por ella y ellas no arruinarían aquello.



 


 

Conviviendo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora