Capítulo 53.

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Capítulo 53.

Capítulo especial 3 parte.

Título: contra viento y marea.

— Tranquila, pequeña, todo estará bien —intentó calmar Nacho a Florencia quien estaba alarmada al despertar luego de unos minutos y saber que Micaela aún no había sido rescatada de los brazos de Gonzalo.

La fortalecía el tener a Nacho justo con ella, abrazándola y acariciándole el cabello mientras le susurraba palabras de aliento al oído, tan solo necesitaba eso.. Después de tanto tiempo se sentía protegida y querida en brazos de un chico que marcó algo tan importante en su vida como lo fue Nacho, poco a poco subió su mirada y allí se encontró con los verdosos ojos que tanto le encantaban, sonrió de oreja a oreja recibiendo la misma sonrisa por parte de Nacho quien continuó abrazándola tratando de no caer en la tentación, aunque quisiera él no podía perdonarla.   

— Ahora comprendo todo, ya estás en tu propio infierno, Bruno jamás formalizará su relación contigo, tan solo eres el segundo plato de la mesa, tú hermana ya no te quiere, tus padres apenas te llaman y poco a poco estás quedándote sola en todos los sentidos —le sonrió de oreja a oreja y volvió a tomar el arma de la cual tiró por la ventana, tomó fuertemente el brazo de Micaela y acercó de ella hasta la puerta principal de la cual corrió la cama antes de sacarle el seguro y abrir, no lo dudo más y la empujó hacía la salida de la habitación viendo como Bruno rápidamente se aproximaba a su cuerpo y la cargaba en sus brazos haciéndola desaparecer por los pasillos junto a Paula y Bianca, ahora se encontraba a solas con Pablo.

— Debería echarte pero se que algo te sucede, cambia tu actitud porque sino me veré en la obligación de echarte de este departamento.

— Tú a mí no me mandas, no eres el jodido dueño de la universidad así que deja de creerte superior —lo empujo antes de entrar a su habitación y volver a cerrar la puerta con seguro, si él no era feliz.. Nadie lo sería.

— ¿Estás bien? —tomó con nervios Bruno el rostro de Micaela y su sangre comenzó a hervir como nunca al ver lo marcadas que se encontraban sus mejillas,— ¿ese imbécil te golpeo?

— Por favor, aléjate —se alejó de él recordando las palabras de Gonzalo y antes de que soltara en llanto entró a su habitación encontrándose con Nacho y Florencia acostados en su cama, mimándose como nunca antes, debió admitir que aquello le dio envidia pero no por Nacho sino porque sabía que su hermana en aquella casa era feliz, todo lo contrario a lo que ella estaba siendo, sacó su maleta y ignorando la pregunta de todos los que estaban en aquella habitación comenzó a preparar de esta.

— Déjenme a solas con ella —pidió Florencia y al verlos a todos salir se levantó de la cama y detuvo los pasos de Micaela con sus propios hombros,— ¿qué sucede?

— ¿¡QUÉ SUCEDE!? acaba de ser golpeada por un jodido inmaduro como lo es Gonzalo, a esta casa desde que llegué lo único que me ocurrieron fueron desgracias y me iré de aquí, no me importa si mamá y papá no me reciben en casa yo quiero salir adelante pero lejos de esta horrible pesadilla, la decisión está en ti.. Si deseas venir conmigo y comenzar algo nuevo o quedarte aquí y olvidarte para siempre de mí.

— Mica por favor no te vayas, yo a ti te necesito.

— No es lo que parece y con esto ya entendí tu respuesta, espero que seas feliz en esta jaula de lobos porque yo ya no aguanto más, te juro que trate de ser fuerte pero todos los días es alguien nuevo, todos siempre vienen contra mí y yo ya no soporto eso —tomó su maleta antes de ponerse a llorar en aquel momento y aunque Florencia trato de detenerla, se acercó a la puerta de la habitación y miro por última vez a su hermana sabiendo que ella a aquella casa no volvería así fuese el fin del mundo.

Cuando salió de la habitación miro aquel rostro por última vez sabiendo que no volvería a verlo más, Bruno estaba con la cabeza gacha como si en algún momento se pondría a llorar cosa que no sucedió en algún momento, les sonrió a ambos a Pablo y a Bruno porque sabía que desde que ella había llegado a esa casa ellos se habían comportado como unos príncipes con ella y eso era algo con lo cual ella estaría agradecida toda la vida, tragó saliva y sin darle explicaciones sobre el porqué su maleta y el porqué se había apresurado a acercarse a la puerta, dio el último paso y ya se encontraba fuera de ella.

Ya no había marcha atrás, su estancia en aquella casa había terminado.

   


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