Conviviendo ©

Final.

Primer lágrima en aquella noche fue lo que desato el llanto de Bruno, se encontraba alejado de todos sus compañeros cuando se dio cuenta que en cualquier momento rompería en llanto al ver aquella imagen de sus compañeros de casa ser tan felices y no eran lágrimas de tristeza, eran lágrimas de felicidad porque se sentía orgulloso de lo que habían conseguido todos en aquel corto mes y todavía no caía en que ese día sería el último en el cual los vería, no se preocupaba tanto por los chicos porque sabía que esa amistad seguiría de pie ya que no serían capaces de tirar cinco años de amistad a la basura por el simple hecho de que ya no vivirían juntos en ese momento lo único que le angustiaba era el hecho de ya no ver esas dos cabelleras rubias porque sabía que luego de aquel día no volvería a saber absolutamente nada de ambas rubias y le había tomado un cariño especial a ambas, se limpió los restos de lágrimas con su suéter y se levanto de las escaleras que poseía aquella playa antes de comenzar a caminar hacía donde se encontraban sus compañeros almorzando.

— ¿Qué tal esa? no te la esperabas —escucho las palabras de Nacho quien segundos después tiro arena al sándwich que se encontraba comiendo Florencia.

— Que onda, que pez —abrió sus brazos Gonzalo para recibir a Bruno quien se había quedado congelado mirándolos a todos.

Se veían más sociables e incluso estaban más divertidos de lo común, parece que el día les había afectado en demasía.

— ¿A que se debe todo esto? —rió el castaño antes de sentarse junto a los chicos.

— ¿Qué cosa?

— Que estén de tan buen humor siendo que en la mañana ni levantarse de la cama querían.

— Consideramos que tú en especial mereces una despedida a lo grande, todo debe salir como tanto esperas.. Sin ti y Pablo esto no hubiese sido una verdadera familia y es algo que les agradecemos porque sin sus reglas tontas no nos hubiéramos dado la oportunidad de conocer a las rubias y aún el día de hoy seguiríamos viéndolas como dos trofeos sexuales —hablo Nacho y Bruno respiro diez veces al sentir nuevamente esa nostalgia en su interior, le provocaba tantas emociones juntas el hecho de separarse y haber unido a ese gran grupo de personas.

— Ya joder, harán que llore otra vez —sorbió su nariz el joven antes de levantarse de la arena y hacer que todos sus compañeros hicieran lo mismo, se miraron con una sonrisa complice y fueron directo hacía el cuerpo de Bruno a quien abrazaron fuertemente repitiendo la palabra "gracias"

Y no, Bruno no sabría que haría sin esos chicos.

*

Nuevamente se encontraba en aquellas escaleras pero esta vez no estaba llorando al contrario, una ladina sonrisa se encontraba dibujada en su rostro, su mano sostenía una botella de jugo mientra su vista se dirigía hacía sus compañeros quienes se encontraban jugando con el agua de la playa, mordió sus labios con presión para así evitar el hecho de seguir sonriendo como imbécil y sin dudas eso funciono muy bien.

— ¡MICAELA! —esos gritos lo exaltaron de más al escuchar el nombre de la rubia ser gritado por Florencia, abrió sus ojos a la par que sus pies se movían con rapidez hacía el arena en la cual Micaela se encontraba tirada sin dar respuestas, al estar cerca supuso que esta había tragado agua pero eso era casi imposible ya que la había supervisado por horas y en ningún momento se había apartado de sus compañeros, sacudieron sus hombros, le dieron respiración boca a boca pero en ningún momento la rubia dio señales de vida.

  — Hay un hospital cerca de aquí, Nacho ve por la camioneta, debemos llevarla pero ya —trato de sonar lo más calmado posible Pablo quien la tomó en brazos rogando porque todo se encontrara bajo control.

Lo peor que les podría pasar sería cargar con un muerto justo el día de su despedida.

*

No se habían hablado, en la sala de espera solo se escuchaba el llanto desesperado de Flor quien no había parado de mencionar el nombre de su hermana suponiendo que esta estaba en grave peligro pero era tan extraño el hecho de que ninguno la haya visto entrar al agua y aún así se haya desmayado de la nada.

— Tanquila, ella estará bien —limpió Gonzalo las lágrimas del rostro de Flor y dejo un beso en su frente luego de rodear sus hombros en un cálido abrazo el cual para Flor le brindo paz absoluta.

— ¿Familiares de la señorita Vigna? —escucharon una voz desconocida así que supusieron que era la doctora encargada de revisarla, se levantaron de sus asientos y tomaron todos sus manos esperando a lo peor.

— Muchísimas felicidades, la señorita Vigna está embarazada —la expresión de todos cambio al instante en especial la de Gonzalo quien abrió los ojos como platos antes de tragar saliva.

— Pero Micaela tuvo relaciones ayer, es imposible que este embarazada.

Fue allí en donde todos miraron en dirección a Bruno.

*

¡MIS PEQUEÑAS! les quise ofrecer algo más elaborado les juro que trate y trate pero mi mente no imagino tanto aparte siento que tengo mucho encima ya que les estoy preparando el primer capítulo de la segunda temporada y eso con esto para mí es muchísimo.. En fin, se que no es lo que esperaban ni lo que yo esperaba porque quería ofrecerles un capítulo de mínimo 3000 caracteres ya que nunca lo hice y es algo que supongo que merecen por esperarme tanto pero prometo que la temporada que viene les ofreceré más así me tarde siglos.

Gracias por el apoyo hacía la novela, no puedo creer que haya ido tan lejos en tan poco tiempo y aún más, que haya tenido tantos comentarios.. Muchísimas gracias por todo en serio, las adoro.

Espero que la temporada que viene les guste tal y como a mí porque en serio me siento como una de ustedes y estoy amando el capítulo.

Besos y en cuanto tenga la novela lista les avisaré.

Feliz navidad peques.