Donde el Nico podría ser tu pololo, padre, hijo, hermano, amigo, vecino, primo, incluso tu profe.
Imagínate que el Nico fuera algo tuyo, sería la raja.
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Si el Nico fuera tu padre te acompañaría a comprar condones para que siempre tengas uno por si acaso.
—Papá, ya sé que tengo que protegerme al tener relaciones sexuales, no me hagai' pasar esta vergüenza por la cresta—Suplicabas a tu padre.
—Soy tu papá, debes confiar en mi, no va a ser vergonzoso, aparte por eso venimos con tu mamá.
—Ya escuchaste _____, confía en nosotros, aparte ningún condón sobra.—Sonríe tu mamá.
Llegando a la farmacia se acercaron al mesón, atendió un señor como de sesenta años, que vergüenza conchetumare.
—Hola, veníamos a comprar condones, quiero que me muestro todos los tipos de condones que tenga—Dice tu padre de lo más relajado.
El caballero le trae unas diez cajitas porque de las demás no habían.
Tu madre tomó una cajita de condones con sabor.
—Te acordai' cuando usábamos estos—Susurró riendo bajito pero se escuchó en toda la farmacia.
—Ya, deme todas estas cajitas.—Ordena tu papá.
—Todas esas, ¿Para mí?.
—¿Qué wea?, No, son pa' tu mamá y pa' mí, vo' te comprai' tus weas.
Al final terminaste sin ningún condón y con un trauma severo porque tus padres aprovecharon cada uno de esos condones para cada noche, ¿Cómo no se cansaban conchetumare?.
