Si el Nico Fuera Tu...

Esposo.

Si el Nico fuera tu esposo te llevaría a ti y a sus dos cabros chicos de vacaciones.

Llegaron a la casita después del baño en la playa.

—Ya chiquillos, vayan a bañarse pa que se quiten la arena—Ordena el Nico.

—No po, ¿Pa qué? Si mañana igual vamos a ir a la playa—Reclama Ignacio.

—Mañana nos bañamos, por favor—Suplica David.

—Ya oh, pero limpien sus piernas y las patas que están lleno de arena.—Ordena el moreno.

—Nico...—Abrazas por detrás al nombrado—¿Te querí bañar conmigo?—Susurras y el Nico al tiro reaccionó.

Fueron piola a la ducha apartada de la casa, sus hijos ni los pescaron porque estaban jugando en sus celulares.

—Erí coqueta weona, te gusta provocarme—Te apoyó en la pared.

—¿Coqueta? ¿Por qué? Si yo sólo dije que me acompañaras a bañarme—Sonreíste y diste el agua de la ducha.

—Ah, erí pesá weona—El Nico abrió la puerta con la decisión de irse pero lo detuviste.

—Pero te veo ansioso—Cerraste la puerta y lo apoyaste de espalda a la muralla.

—Te tiraste—Dijo y te sacó la polera pa tirarla al suelo.

Cambiaron de posición, tú con la espalda a la pared.

Te sacó los pantalones y te apretó contra él sintiendo su recién formada erección.

—Que estai duro, Nico—Susurraste, tomaste su cuello y lo besaste en la boca.

—Abre la ducha, te quiero culiar bajo el agua—Sonríe.

Abriste la ducha, el Nico te empelotó y viceversa.

—¡Mamá!—Escuchaste fuera del baño.

Te pusiste una bata y saliste.

—¿Qué pasa, mi amor?—Preguntas al David.

—¡El Nacho me tiró arena!—Acusa.

Los separaste y tomaste la decisión de irse nuevamente a Santiago.

Eso es tener mala cuea.

Y ahí se quedaron sin viaje yendo a Falabella a comprar el uniforme.