Donde el Nico podría ser tu pololo, padre, hijo, hermano, amigo, vecino, primo, incluso tu profe.
Imagínate que el Nico fuera algo tuyo, sería la raja.
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Si el Nico fuera tu profesor sería a el que pillarías culiando en la sala de clases.
—Bueno, hemos finalizado la clase de hoy, se pueden retirar—Finaliza Nicolás mientras sus alumnos guardan sus cosas en la mochila y salen despavoridos de la sala.
—Chao profe, nos vemos mañana—Sonreíste y saliste de la sala.
Él se quedó en la sala revisando las pruebas realizadas por sus alumnos, se puso sus lentes cuadrados con un marco negro algo grueso y tomó el bolígrafo dispuesto a revisar las pruebas, en eso entra Jaime, el profesor tan deseado de Nicolás.
—Hola, profesor Nicolás—Saludó sonriente, caminando hacia Nicolás, sentándose encima de la mesa, apartando los papeles de ella.
—Hola Jaime, ¿Qué quieres?.
—Estoy aburrio' y puta..., vine a jugar contigo.
—No weí, estoy revisando las pruebas.
—Te ayudo, no tengo nada que hacer—Caminó hasta la silla de Nicolás e hizo un gesto con la mano para que se levantara de ella, él hizo caso, el Jaime se sienta en la silla y empuja a Nicolás haciendo que este se siente en su regazo.
La mano juguetona y traviesa del Jaime empezó a acariciar el miembro de Nicolás a través de la tela.
Con eso llegaron a que el Nico se apoyaba en la mesa y el Jaime le daba.
—Oiga profe, sabe que...—Llegaste mirando a los dos profesores desnudos en pleno acto sexual.
Ambos se vistieron rápido, explicandote el porqué de lo visto, tu te quedaste como weona escuchando, ya sabías de hace rato que ambos se comían.
—Oigan, yo no soy weona, yo si escucho sus gemidos después de cada clase, no se les olvide que estoy en un taller.
Los cagaste a los dos dejándolos con la boca abierta mientras salías de la sala como una completa diva, ¿Vo' creí que soy weona?.
