Esposo.

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Si el Nico fuera tu esposo sería un masajista de primera.

Llegabas del trabajo con un dolor en toda la espalda, cansada a más no poder y toda la ropa desordenada.

Abriste la puerta para ver al Nico en la cocina americana echando cereales a una fuente.

—Hola, mi amor—Sonríe el Nico.

—Hola...—Dices en un suspiro.

—¿Qué te pasó? Vienes muy cansada y con dolor de espaldas ¿No?

—Adivinas, bueno me voy a acostar.

Fuiste a la habitación de ambos y te desplomaste en la cama.

Quedaste semidesnuda con una tensión terrible en el cuerpo.

—Es imposible dormir con dolores y más si son de espalda, mi amor.—Nicolás aparece del marco de la puerta viendo de espaldas a su esposa.

Se sube en tu poto sin dejar caer todo el peso o te deja la raja pa' entro'.

—¿Qué vai' a hacer?—Preguntas, el Nico no responde y apoya ambas manos alrededor de tu cuello empezando a moverlas transformando de movimientos a masajes.—Ah, conchetumare—Sueltas un quejido y a la vez un gemido de placer.

El Nico hace su masaje tranquilo hasta que se le vienen sus weas a la cabeza.

—Subete encima mío, necesito tus hombros a mejor disposición.—Ordena, y en unos movimientos está la posición.

Y aquí queda la cagá, de masajes de espalda pasaron a masajes cocales.

🎵🎶 Para ser masajista de primera
masajea loh hombritoh
Para ser masajista de segunda
masajea loh coquitoh
Para ser masajista de tercera
masajea el hoyito. 🎶🎵

Ya saben, si alguien anda mea' necesitá, contrate al Nico.

Si el Nico Fuera Tu...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora