Si el Nico Fuera Tu...

Esposo.

Si el Nico fuera tu esposo te llevaría a ti y a sus dos cabros chicos de vacaciones.

—Uh, Nacho, mira, hay hartas olas—Conversaban entre ellos.

—Tu te quedai primero a cuidar las toallas, después yo y así—Dijiste.

—Puta, ya oh, siempre me cagai, quiero culiar y tú no, quiero ir a bañarme al mar y tu no me dejai—Reclamó.

—Ay, no seai llorón, si te dije que en la noche podíamos y yo no te impedí que no te metieras al agüita.

Llegaron y buscaron algún lugar pa poner las toallas, quitasol y unas chelitas piolas.

—Ya, ¡Vamos mami!—Los chiquillos te tomaban la mano y te llevaron al mar.

El agua estaba helada pero se divirtieron más de media hora y el Nico estaba tirao tomándose una chela cuidando las toallas.

—Chiquillos, voy a buscar a su papá, no se metan tan al fondo—Advertiste.

—Bueno, mamá—Asintieron con la cabeza.

Fuiste caminando hacia donde estaba el Nico.

—Uh, que está rica el agua, anda con los chiquillos—Te tiraste en la toalla.

—¿Pa qué? Si te veías bien con ellos—Tomó un sorbo de cerveza—Aparte tengo frío.

—Ah ¿Ya te me amurraste?—Tomaste su mejilla y él se apartó.—Ay, si está amurrao' el culiáo.

Te acercarse y lo tumbaste en la toalla y le chantaste un beso.

Te siguió el beso.

—¿Se te quitó o no?—Sonreíste.

—Si, pero ¿Me podí dar otro beso?—Sonríe y te acercas a darle otro beso.

—Vamos a la agüita, deja estas weás aquí nomás—Te pones de pie.

—Me queda un poco de chela po, y no quiero más—Hace puchero.

Agarras la lata de cerveza y te tomas el resto al seco.

—Ahora si, vamos—Lo tomaste de la mano y fueron hasta donde estaban sus hijos.

Se divirtieron con el agua.

Fue un lindo día de familia.